Por segunda vez el abogado y empresario del pan, Luis Tatoa Cáceres incursiona en procura de conquistar la Alcaldía de Cúcuta, campaña para la cual dijo tener el aval asegurado de Opción Ciudadana.
Es un convencido de la urgencia de construir el puente intercambiador de la Terminal de Transportes por parte de la Concesionaria San Simón y de promover la industrialización de la ciudad con la empresa de ron, la embotelladora de gaseosas y la generación de energía solar.
Planteó la idea de los miniembalses en el río Pamplonita, por ejemplo, dos en Peñas Blancas, y dos trituradoras municipales. “Una volquetada de triturado al municipio le cuesta $250.000 o $300.000, cuando nosotros podemos montar dos, una en San Pedro y otra en Carmen de Tonchalá”, dijo.
El abogado de la Universidad Libre, que se mostró preocupado por la crisis económica de la ciudad, también es un convencido de que se debe facilitar la alternativa para una planta productora de cemento, “netamente cucuteña”, que genere empleo y recursos a la ciudad.
Con dos especializaciones, Tatoa laboró en la Contraloría, en la Personería e igualmente manejó el Sisbén. “Yo lo desembotellé. Abrí 12 puntos en la capital de Norte de Santander. Llevé el Sisbén a los corregimientos y a las veredas. La gente no tenía que venir, sino que nosotros la buscábamos”, recordó.
El aspirante al periodo 2016-2019 que se encuentra en la etapa de calentamiento para las elecciones de octubre del año entrante, le planteó a los cucuteños un presupuesto participativo para atender los requerimientos de la ciudad. “Que sean los habitantes quienes digan en qué obras y proyectos vamos a invertir la platica. Qué bueno sería para la Comuna 6 un hospital”, explicó.
Cortesía La Opinión
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