De la fortaleza mental de James Rodríguez depende que triunfe o fracase en el Real Madrid. No de su talento físico que es exuberante como lo demostró en la pasada Copa del Mundo en la que se convirtió en el máximo artillero con seis goles, un par de ellos de excelente por lo que fueron seleccionados entre los más hermosos del torneo. Ni por su eficacia que volvió a ratificar este martes en el Santiago Bernabéu frente al Atlético de Madrid, en el primer encuentro de la Súper Copa de España (1-1).
El Real Madrid es hoy por hoy el equipo más mediático del planeta. Eso crea en los jugadores una presión que no tienen en ningún otro club. Así, por ejemplo, cuando se oficializó la contratación de James la maquinaría de medios blancos puso en marcha una estrategia de recibimiento que surtió sus frutos con la presencia de 40.000 aficionados y ríos de tinta por contar con los servicios de la revelación del mundial.
El diario Marca, para citar un caso, le dedicó varias portadas en las que alababa las virtudes del que llamaban el nuevo conductor del Madrid. El rotativo mandó un equipo de enviados especiales que viajó por todo el país tras los orígenes del cucuteño y que realizó una serie de reportajes tan detallados que hasta ahora ningún medio impreso nacional ha hecho. Pero los tiempos en el Madrid cambian muy rápido. Tras el primer partido en el que el alemán Toni Kroos tuvo un buen desempeño surgió en el acto un nuevo ídolo para el equipo: “Este es el genio”, se leyó en un titular.
Aún se escuchaba el eco de las alabanzas a Kroos cuando se jugó otro partido y ya no fueron ni el colombiano James ni el alemán Kroos sino el argentino Di Maria. De hecho, Marca hizo una encuesta al calor de esa presentación en la que naturalmente la afición se decantaba por la estrella gaucha para el once titular en detrimento de James.
Y este martes cuando ni siquiera se ha iniciado la Liga ni la Copa del Rey y menos la Champions, ya Roberto Palomar, redactor jefe de MARCA, afirma sin titubeos que el colombiano “ahora mismo, no es un problema, pero podría serlo”.
¿Estamos hablando del mismo jugador que la prensa española alababa hace apenas 15 días? Así es la presión que se vive en el Madrid. La respuesta a la pregunta de uno de los lectores de por qué teniendo a Di María, el Madrid pudo haber fichado al chileno Arturo Vidal en lugar de a James, fue demoledora. “Yo creí que los tiros iban a ir más por ahí, por alguien como Vidal. Pero ya sabemos que hay fichajes de capricho”, respondió.
“Hay que ver la rentabilidad de James. Desde luego, es un fichaje caro. También Bale lo es, pero está resultando rentable. Creo que el Madrid ha fichado a un jugador que no necesitaba. Esto te lo puedes permitir si el precio es razonable. Por 80 kilos (80 millones de euros), puede acabar siendo un disparate. James, ahora mismo, no es un problema, pero podría serlo.”, agregó Palomar.
Luego otro aficionado le pregunta al influyente periodista: “¿No cree usted que el Madrid vuelve a cometer este año el mismo error de siempre? Esto es que Florentino Pérez, el presidente, contrata a los jugadores “por capricho, no por necesidad”. Si James es muy bueno, pues lo ficha para que no se lo lleve otro equipo, aunque no le haga ninguna falta. Lo mismo con Keylor Navas”. Ante el argumento, Palomar responde: “Yo llevo mucho tiempo hablando de ese defecto de Florentino.
Cuando se mete a secretario técnico, es un desastre. Al Madrid no le hacían falta ni Keylor ni James”.
Por eso, es importante la concentración y la solidez mental de James porque ha llegado a un club de niveles estratosféricos de exigencia y que cuando no funciona alguna pieza se lo hacen saber a través de una maquinaria de medios que actúa de prisa y sin piedad. Y eso lo empieza a sentir James en carne propia a pesar de que hasta ahora lleva un par de semanas allí. Por fortuna, él sigue hablando en las canchas con sus anotaciones como la que le hizo al Atlético de Madrid.
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