Salieron a trabajar y de
camino, sobre las cálidas calles cucuteñas, se les cruzó la muerte. Aquí la
historia de dos taxistas asesinados en la ciudadela Juan Atalaya, en los
últimos cinco días. Sus casos, aunque son diferentes, coinciden en que los agresores
primero los atacaron a quemarropa y luego, tras tener aseguradas a sus
víctimas, arremetieron a bala contra los carros.
El primer crimen ocurrió el pasado miércoles en la mañana. Al parecer, dos hombres, uno gordo y otro delgado, esperaron a que Manuel Antonio Pérez Camacho, de 30 años, pasara por la calle 13 con avenida 20, del barrio Nuevo Horizonte, para matarlo.
En el más reciente hecho de sangre se registró el fin de semana. Dos pasajeros asesinaron al conductor William Nelson Ayala Duarte, de 39 años, en la manzana 41 lote 1, del barrio Palmeras, parte baja.
Testigos aseguraron a las autoridades judiciales que observaron cuando el carro se detuvo y sonaron los disparos. No se sabe, por ahora, si adentro del taxi hubo un forcejeo o qué fue lo que realmente sucedió.
“Todo apunta a que los asesinos lo llevaron hasta ese sitio apartado. Le dispararon estando adentro del carro. Luego salieron y le siguieron disparando”, afirmó el mayor Gustavo González, comandante del Segundo Distrito de la Policía Metropolitana.
De los agresores tan solo se sabe que eran jóvenes y delgados, añadió el oficial.
Parientes del taxista Ayala Duarte dijeron haberlo visto por última vez como a las 6:00 de la tarde, cuando tomó café y le pidió a su mamá, como de costumbre, que le diera la bendición.
El primer crimen ocurrió el pasado miércoles en la mañana. Al parecer, dos hombres, uno gordo y otro delgado, esperaron a que Manuel Antonio Pérez Camacho, de 30 años, pasara por la calle 13 con avenida 20, del barrio Nuevo Horizonte, para matarlo.
En el más reciente hecho de sangre se registró el fin de semana. Dos pasajeros asesinaron al conductor William Nelson Ayala Duarte, de 39 años, en la manzana 41 lote 1, del barrio Palmeras, parte baja.
Testigos aseguraron a las autoridades judiciales que observaron cuando el carro se detuvo y sonaron los disparos. No se sabe, por ahora, si adentro del taxi hubo un forcejeo o qué fue lo que realmente sucedió.
“Todo apunta a que los asesinos lo llevaron hasta ese sitio apartado. Le dispararon estando adentro del carro. Luego salieron y le siguieron disparando”, afirmó el mayor Gustavo González, comandante del Segundo Distrito de la Policía Metropolitana.
De los agresores tan solo se sabe que eran jóvenes y delgados, añadió el oficial.
Parientes del taxista Ayala Duarte dijeron haberlo visto por última vez como a las 6:00 de la tarde, cuando tomó café y le pidió a su mamá, como de costumbre, que le diera la bendición.
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