Una discusión, de la que por ahora nadie tiene claras las razones que la motivaron, desencadenó ayer la muerte de una pareja en el barrio Belén. Se trató de un hecho de intolerancia social ligado, al parecer, a un asunto pasional, sostuvieron las autoridades judiciales.
El análisis de la escena del doble caso deja entrever, por ahora, que Mario Antonio Herrera Contreras, de 57 años, le propinó un mortal disparo a Ana Victoria Ramírez Morantes, de 42. El hombre, luego, se suicidó.
Investigadores de la Policía aseguraron, tras inspeccionar los cadáveres, que Herrera Contreras fue hallado sin vida sosteniendo una pistola en su mano derecha.
Su cuerpo quedó tendido en la sala de una casa de la calle 38 con avenida 25, cerca de un mueble y junto a un cojín, precisaron algunos de los vecinos que alcanzaron a ingresar a la vivienda.
“Ella estaba tirada en la habitación, cerca de un clóset”, añadieron los declarantes, uno de los cuales mantuvo una relación directa con los parientes de la occisa.
Testigos aseguraron a las autoridades que la pareja llegó, a las 12:30 del mediodía, a la casa. A esa hora ya venían discutiendo. Pasados unos minutos se escucharon los disparos.
“Herrera Contreras habría recogido a la mujer en su sitio de trabajo, en el sector conocido como Las Angustias. Al llegar a la residencia comenzaron a pelear. No se sabe aún que originó el acalorado intercambio de palabras”, dijeron policías allegados al caso.
A finales de enero, en la invasión Villa Luz, en la vereda Oripaya de Cúcuta, se registró un caso similar. Un hombre de 36 años le disparó a su esposa de 29 con una escopeta y después se suicidó. En el sitio fue hallada una carta en la que el fallecido pedía perdón a sus parientes por protagonizar la tragedia.
De La Opinión para Sucesos
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