Estaba acostado en su taxi
esperando a que le notificaran el turno para llevar una carrera. Antes de que
algún cliente apareciera, un desconocido se le acercó y le disparó a
quemarropa. Así perdió la vida ayer, en la madrugada, el conductor Jesús
Alberto Díaz Abril, de 35 años.
La persona que lo mató, incluso, hirió a bala a un pimpinero que se encontraba cerca del taxista, sobre la autopista de la ciudadela Juan Atalaya, detrás del Policlínico.
Este caso es el tercero, en menos de una semana, que cobra la vida de integrantes del gremio de taxistas. Las investigaciones judiciales por ahora no han desencadenado capturas y ni siquiera se tiene indicios serios de las razones que provocaron la cadena de crímenes.
Allegados a las empresas a las que estaban afiliados los taxis han descartado la existencia de extorsiones. Parientes de las víctimas coinciden en negar la existencia de amenazas en contra de los conductores asesinados. Además, en ninguno de los casos hubo robos. Entonces: ¿qué está sucediendo?
El presidente del Sindicato de Taxistas de Cúcuta, Alfonso González, considera que los homicidios podrían estar ligados a retaliaciones personales, lo que, obviamente, no es descabellado. Sin embargo, de ser así, se trataría de un coincidencial ajuste masivo de cuentas o, en su defecto, de un caso en el que existe obligada relación entre los occisos.
Frente a este último panorama, algunos familiares descartaron ante La Opinión vínculos personales entre las víctima mortales. Las autoridades reportaron inicialmente que los casos ocurridos entre el miércoles y el sábado de la semana pasada fueron hechos aislados. Sin ningún tipo de relación.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Gonzalo Carrero, analizó el panorama y también se inclinó por la tesis del ajuste de cuentas.
“Se va a verificar los antecedentes de las personas asesinadas y de sus familias. Se puede pensar en un ajuste de cuentas. Esto se podrá confirmar o descartar durante el avance de las investigaciones”, precisó el oficial.
La Policía ofreció hasta $10 millones de recompensa para quienes entreguen información que permita identificar y capturar a las personas que asesinaron a los conductores.
El primer taxista fue asesinado el miércoles en el barrio Nuevo Horizonte. Pasados cuatro días, el sábado en la noche, pistoleros mataron al segundo chofer. El suceso se registró en el barrio Antonia Santos.
La persona que lo mató, incluso, hirió a bala a un pimpinero que se encontraba cerca del taxista, sobre la autopista de la ciudadela Juan Atalaya, detrás del Policlínico.
Este caso es el tercero, en menos de una semana, que cobra la vida de integrantes del gremio de taxistas. Las investigaciones judiciales por ahora no han desencadenado capturas y ni siquiera se tiene indicios serios de las razones que provocaron la cadena de crímenes.
Allegados a las empresas a las que estaban afiliados los taxis han descartado la existencia de extorsiones. Parientes de las víctimas coinciden en negar la existencia de amenazas en contra de los conductores asesinados. Además, en ninguno de los casos hubo robos. Entonces: ¿qué está sucediendo?
El presidente del Sindicato de Taxistas de Cúcuta, Alfonso González, considera que los homicidios podrían estar ligados a retaliaciones personales, lo que, obviamente, no es descabellado. Sin embargo, de ser así, se trataría de un coincidencial ajuste masivo de cuentas o, en su defecto, de un caso en el que existe obligada relación entre los occisos.
Frente a este último panorama, algunos familiares descartaron ante La Opinión vínculos personales entre las víctima mortales. Las autoridades reportaron inicialmente que los casos ocurridos entre el miércoles y el sábado de la semana pasada fueron hechos aislados. Sin ningún tipo de relación.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Gonzalo Carrero, analizó el panorama y también se inclinó por la tesis del ajuste de cuentas.
“Se va a verificar los antecedentes de las personas asesinadas y de sus familias. Se puede pensar en un ajuste de cuentas. Esto se podrá confirmar o descartar durante el avance de las investigaciones”, precisó el oficial.
La Policía ofreció hasta $10 millones de recompensa para quienes entreguen información que permita identificar y capturar a las personas que asesinaron a los conductores.
El primer taxista fue asesinado el miércoles en el barrio Nuevo Horizonte. Pasados cuatro días, el sábado en la noche, pistoleros mataron al segundo chofer. El suceso se registró en el barrio Antonia Santos.
Cortesía La Opinión
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