Popeye, el jefe de
sicarios del extinto narcotraficante Pablo Escobar, confeso autor material de
300 asesinatos y coordinador de otros 3.000, salió la noche de este martes de
prisión en Colombia, tras cumplir tres quintas partes de su condena y haber
colaborado con la justicia.
John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, abandonó la cárcel de alta seguridad de Cómbita (Boyacá, centro), a unas tres horas de Bogotá, luego de que un juez le concediera la libertad condicional y de haber pagado los 9 millones de pesos (unos 4.500 dólares) de fianza, dijeron a la AFP fuentes policiales y judiciales.
"La caravana que salió de la prisión de Cómbita era la de Popeye. Ya Popeye está en libertad", señaló una fuente del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
Alias Popeye, abandonó la prisión escoltado por una comitiva de varios vehículos sin que su imagen pudiera ser captada directamente por las cámaras de los medios que aguardaban su salida.
Con paradero desconocido, la caravana de vehículos estaba conformada por autos de la Defensoría del Pueblo, el Inpec y la Policía Nacional.
Velásquez, condenado a 30 años de cárcel por el asesinato en 1989 del aspirante presidencial Luis Carlos Galán, reconoció haber cometido 300 asesinatos y coordinado unos 3.000 mientras fue jefe de los sicarios del extinto Cartel de Medellín, que libró una guerra frontal contra el Estado luego de que Colombia aprobara un tratado de extradición con Estados Unidos en 1979.
A las órdenes del abatido "patrón" Escobar, alias Popeye no sólo estuvo involucrado en el homicidio a Galán, sino también en el secuestro del expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), cuando postulaba a la alcaldía de Bogotá, y el del exvicepresidente Francisco Santos, cuando era jefe de redacción del diario El Tiempo.
"Yo sentía que estaba en una guerra justa contra la extradición y que en esa guerra todo se justificaba. Ahora veo las cosas dentro de otra perspectiva", dijo en septiembre de 2013 al reconocer sus crímenes en una entrevista con la revista Semana.
El Cártel de Medellín fue una de las más poderosas bandas dedicadas al narcotráfico en los años 1980 y 1990, controlando toda la cadena desde la siembra de la hoja de coca hasta la venta al menudeo en Estados Unidos. Su líder, abatido por la policía en 1993, llegó a ser mencionado por la revista estadounidense Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo.
John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, abandonó la cárcel de alta seguridad de Cómbita (Boyacá, centro), a unas tres horas de Bogotá, luego de que un juez le concediera la libertad condicional y de haber pagado los 9 millones de pesos (unos 4.500 dólares) de fianza, dijeron a la AFP fuentes policiales y judiciales.
"La caravana que salió de la prisión de Cómbita era la de Popeye. Ya Popeye está en libertad", señaló una fuente del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
Alias Popeye, abandonó la prisión escoltado por una comitiva de varios vehículos sin que su imagen pudiera ser captada directamente por las cámaras de los medios que aguardaban su salida.
Con paradero desconocido, la caravana de vehículos estaba conformada por autos de la Defensoría del Pueblo, el Inpec y la Policía Nacional.
Velásquez, condenado a 30 años de cárcel por el asesinato en 1989 del aspirante presidencial Luis Carlos Galán, reconoció haber cometido 300 asesinatos y coordinado unos 3.000 mientras fue jefe de los sicarios del extinto Cartel de Medellín, que libró una guerra frontal contra el Estado luego de que Colombia aprobara un tratado de extradición con Estados Unidos en 1979.
A las órdenes del abatido "patrón" Escobar, alias Popeye no sólo estuvo involucrado en el homicidio a Galán, sino también en el secuestro del expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), cuando postulaba a la alcaldía de Bogotá, y el del exvicepresidente Francisco Santos, cuando era jefe de redacción del diario El Tiempo.
"Yo sentía que estaba en una guerra justa contra la extradición y que en esa guerra todo se justificaba. Ahora veo las cosas dentro de otra perspectiva", dijo en septiembre de 2013 al reconocer sus crímenes en una entrevista con la revista Semana.
El Cártel de Medellín fue una de las más poderosas bandas dedicadas al narcotráfico en los años 1980 y 1990, controlando toda la cadena desde la siembra de la hoja de coca hasta la venta al menudeo en Estados Unidos. Su líder, abatido por la policía en 1993, llegó a ser mencionado por la revista estadounidense Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo.
A prueba por 52 meses
El juez Primero de Ejecución de Penas de Tunja, Yesid Rodríguez, ordenó la libertad condicional de Velásquez el viernes, tras lo cual la Fiscalía efectuó una búsqueda en todos los juzgados de Colombia para determinar si había algún proceso pendiente que le impidiera recuperar su libertad, lo cual fue descartado.
Según el expediente judicial al que tuvo acceso la AFP, Velásquez, de 52 años, obtuvo "la libertad condicional (...) por un período de prueba de 52 meses y 22,7 días".
El sicario, que ha relatado una y mil veces a los medios crímenes escalofriantes, como el de su propia novia a la que mató por orden de Escobar, estaba privado de libertad desde el 8 de octubre de 1992.
Además de su condena por el crimen de Galán, a Velásquez se le sentenció en un segundo proceso por narcotráfico a 12 años de prisión en 2008. Sin embargo, el juez Rodríguez decidió "conceder redención de pena" por la acumulación de días de trabajo y estudio.
"En Colombia la gente nunca paga la pena completa. Si el preso trabaja o estudia por cada día que pase preso se le descuenta uno", dijo a la AFP el abogado penalista de la Universidad Javeriana, Fabio Humar.
Además, Velásquez colaboró con la justicia para esclarecer otros crímenes.
"Ha aportado a la verdad en estos años", dijo el senador Carlos Galán, uno de los hijos del político asesinado, aludiendo a su colaboración para condenar al exsenador liberal y exministro Alberto Santofimio por la muerte de su padre.
Por favor, protección
Alias Popeye solicitó más temprano este martes "de puño y letra" a la Defensoría del Pueblo garantizar su vida. "Por favor me brinde la policía seguridad desde la puerta del penal", escribió en una carta.
Andrés Villamizar, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), negó no obstante que este cuerpo, que protege a expresidentes y otras personas cuyas vidas corren riesgo por sus funciones, le vaya asignar posteriormente guardaespaldas a Velásquez.
Sin embargo, Villamizar, sobrino de Galán e hijo de Maruja Pachón, secuestrada por Velásquez, escribió en Twitter: "Mi familia y yo somos víctimas directas de alias Popeye. Pero si alguien en Colombia ha pagado, es él".
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