martes, 12 de agosto de 2014

Mao y Veneco, condenados por cometer cuatro homicidios en Cúcuta


Los señalamientos de una menor, de 16 años, fueron suficientes para que Jefferson Ascanio Cartaya, Veneco, y Álvaro Mauricio Marín, Mao, aceptaran los cargos por cuatro homicidios. Un juzgado de Cúcuta los condenó a 30 años y dos meses de prisión por estos hechos.

La versión de la menor, quien era utilizada por la banda delincuencial los Urabeños para transportar las armas que eran utilizadas para cometer los homicidios, fue recolectada por la Fiscalía el 8 de marzo de 2013, días después de la captura por orden judicial de Mao, de 19 años, y Veneco, de 20, quienes venían siendo investigados por la Seccional de Investigación Criminal (Sijín).

En su testimonio, la adolescente, quien también recibía la orden de hacer salir de sus casas a los ‘objetivos’, narró al menos siete asesinatos con nombres propios de las víctimas, cometidos en los últimos años por esta organización delincuencial, entre ellos los de los celadores Alberto Huber Suárez Jaramillo y Dubán Medina Mendoza. 

También los homicidios de Jonny Armando Calderón Rodríguez y Carlos Francisco Miranda Porras, este último cometido el 25 de febrero de 2013 en el barrio La Victoria, donde Eduardo Téllez Rodríguez resultó herido.

La Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir, homicidio, tentativa de homicidio y porte ilegal de armas agravados, sumado a uso de menores en la comisión de delitos. Desde entonces, recibieron medida de aseguramiento en prisión en la cárcel de Cúcuta. 


Preacuerdo


En vista del contundente material probatorio, además del señalamiento directo de algunos familiares de los occisos, el 17 de septiembre de 2013 los abogados de Mao y Veneco  decidieron llegar a un preacuerdo con la Fiscalía consistente en que a cambio de asumir su responsabilidad recibieran un 50 por ciento de rebaja en la pena.

De esta manera, Jefferson Ascanio, natural de Caracas (Venezuela), y Álvaro Mauricio, de Zarzal (Valle del Cauca), se acogieron a sentencia anticipada y evitaron ir a un juicio probatorio, en el que de ser hallados culpables la condena podría ser mayor.

“Mao y Veneco admiten su participación en los Urabeños y haber ejecutado violentamente a sus víctimas… con el acuerdo suscrito con la Fiscalía aceptaron los cargos de manera libre, espontánea y voluntaria…”, señaló el juzgado en la sentencia.

Por el tiempo de condena los dos jóvenes no recibieron beneficios y, al término de la diligencia, quedaron a disposición del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que definirá la cárcel donde deberán purgar la pena.

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