“Es el comandante urbano de Puerto Santander… Da orden de matar a quién la cague, porta una pistola 9 milímetros y se moviliza en una moto GN roja. Lleva siete años en la organización...”.
Testimonios como este, de un exintegrante de los Rastrojos, llevaron a emitir la orden de captura contra Emerson Mendoza Rentería, La Fiera, quien fue condenado recientemente a 8 años de prisión por un juzgado de Cúcuta.
La Fiera fue detenido por la Policía en coordinación con la Unidad Nacional de Fiscalía contra Bandas Emergentes, el 5 de mayo de 2013, en el barrio El Bosque de Puerto Santander.
La captura fue efectuada en desarrollo de la Operación Frontera I en la que 30 personas, entre ellas 15 presos, fueron detenidas señaladas de hacer parte de la estructura delincuencial de los Rastrojos.
“Entre los capturados se resalta a Emerson Mendoza Rentería, quien sería el comandante urbano en Puerto Santander, señalado del cobro de extorsiones a gasolineros y contrabandistas que se desplazan por trochas de la región”, señaló entonces la Policía Metropolitana en un comunicado de prensa.
Según las investigaciones de la Sijín, la organización delincuencial de la que hacía parte la Fiera extorsionaba a gasolineros y a contrabandistas en el sector fronterizo de Boca de Grita (Venezuela) con Puerto Santander (Colombia).
“Son los que tienen monopolizado al pueblo porque amenazan a la gente y la intimidan con armas de fuego. Si abren la boca los matan. Se la pasan en moto distribuyendo marihuana y cocaína”, declaró un testigo bajo reserva de su identidad.
Preacuerdo
Ante el abundante material probatorio, el abogado de Mendoza Rentería decidió suscribir un preacuerdo con la Fiscalía.
La Fiera aceptó los cargos por concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas a cambio de una rebaja de 50 por ciento de la pena.
“No se tiene noticia que para el momento de los hechos Emerson Mendoza Rentería sufriera de trastorno mental o inmadurez sicológica que le impidiera comprender la ilicitud de sus actos, por ello se le declara culpable y se le impondrá sentencia”, señalo el juzgado que lo condenó.
Este hombre de 34 años, natural de Apartadó (Antioquia), no recibió el beneficio de detención domiciliaria y al término de la diligencia quedó a disposición del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que definirá la cárcel, donde deberá purgar la pena impuesta.
Cortesía La Opinión
No hay comentarios:
Publicar un comentario