La moneda venezolana se
cotizaba este martes en el mercado cambiario
fronterizo a 13,5 pesos para la compra y 14,5 para la venta,
devaluación que según los operadores
cambiarios está siendo inducida en parte por la subida del dólar en Colombia y
la alta demanda de divisas que hay en Venezuela.
Desde hace varias semanas,
el bolívar se ha devaluado
progresivamente, generando preocupación en el ámbito comercial e
industrial de San Antonio-Ureña-Cúcuta, por la interdependencia que hay entre las economías
interfronterizas. “En Colombia, el dólar ha aumentado 32 por ciento y
eso tiene un alto impacto en la relación
peso-bolívar. A eso hay que sumarle la
alta demanda de divisas que hay en Venezuela, lo cual hace que se encarezca también el dólar paralelo”,
explicó de manera anónima un
cambista.
Acotó que, ante la escasez
de dólares oficiales en Venezuela, la persona
que los necesita los busca en el mercado
cambiario de la frontera y la
alta demanda hace que se incremente el
precio. Como se sabe, en el mercado cambiario fronterizo la conversión
bolívar-peso se rige por el precio del dólar
paralelo.
A finales de octubre, el
bolívar se cotizaba por arriba de los 20 pesos, pero progresivamente ha venido decayendo su valor
y desde comienzos de esta semana se ha situado en 13,5 pesos para la compra y
14,5 para la venta. Ante el temor que el bolívar continúe
devaluándose, algunos operadores cambiarios de San Antonio, Ureña y
también de la localidad colombiana de La Parada, optan por no comprar
bolívares, para evitar pérdidas.
Se dedican solo a comprar
pesos a los visitantes o clientes
colombianos que acudían en busca
de bolívares. Algunos propietarios o encargados de las agencias de cambio en San
Antonio del Táchira indicaron que, pese a la devaluación del bolívar, la compraventa “es regular” porque por la temporada siempre hay afluencia de viajeros colombianos
que vienen a Venezuela a visitar a sus familiares o con fines
turísticos, y cambian pesos
por bolívares. Eso genera
cierto movimiento, acotaron los cambistas.
No obstante, la devaluación preocupa a los venezolanos de
la frontera porque el poder adquisitivo
del bolívar con respecto al peso es cada vez menor y limita
la posibilidad de comprar en el Departamento Norte de Santander, por ejemplo, las
medicinas, servicios de asistencia médica y productos de primera
necesidad, que no se consiguen en territorio nacional.
De La Nación para Sucesos
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