Dando cumplimiento al plan
choque “Vamos Seguros Cúcuta” se desmanteló un matadero clandestino de
semovientes de procedencia desconocida que ilícitamente y violando todas las
medidas zoosanitarias para este tipo de actividad funcionaba en la vereda Los
Peracos del Municipio de Cúcuta.
Una comisión especial de
la Policía de Carabineros con el acompañamiento de funcionarios de Corponor
llegó hasta un terreno abierto ubicado a un lado de la vía que conduce a Cerro
Tasajero, sector Los Peracos, donde se hallaron evidencias que dejaron al
descubierto el sacrificio de equinos, asnares y mulares, que vendrían
realizando en las últimas semanas en este sector ubicado a unos 15 kilómetros
de Cúcuta.
En la inspección ocular
del lugar se hallaron 32 semovientes. Así mismo, los restos óseos, cabezas,
extremidades y cueros de por lo menos 20 caballos, asnos y mulas que habrían
sido sacrificados recientemente en el terreno baldío, en el que no se evidenció
ningún tipo de estructura acondicionada para tal actividad, por lo cual se
haría directamente sobre el terreno destapado en contacto con toda la
contaminación ambiental existente.
En un espacio habilitado
para la quema de las estructuras óseas, se hallaron cuatro costales de fibra
plástica que contenían las cenizas resultantes de esta actividad de destrucción
a cielo abierto.
Hachas y armas blancas,
fueron algunas de las herramientas descubiertas en el sitio, las cuales serían
utilizadas para el sacrificio de los animales y la extracción de la carne de la
cual se encontraron aproximadamente 600 kilos del producto alimenticio al
interior de bolsas plásticas. Se desconoce cuál sería su destino final, sin embargo, se presume que sería comercializada
localmente durante la temporada decembrina cuando aumenta la demanda de este
producto.
Muy cerca de este sitio
clandestino, se halló el corral donde provisionalmente mantenían en espera los
32 semovientes vivos, al parecer, de procedencia extranjera por los herrajes
que tenían con letras y números que no corresponden a los registros llevados
por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Es de resaltar que dentro del
lote de animales se encontraban varios caballos en malas condiciones
sanitarias, violando así el bienestar animal.
Ante este hallazgo, queda
en evidencia una alerta de contaminación ambiental por el indebido manejo que
le daban a los restantes de los animales sacrificados. Así mismo, se hace un
llamado a la comunidad para que a la hora de adquirir la carne bovina lo haga
en sitios reconocidos que garanticen las condiciones de salubridad para que sea
un alimento apto para el consumo humano.
Así mismo, se da apertura
a una investigación que permita establecer que personas u organización
delincuencial estaría detrás de esta actividad de un posible contrabando de
semovientes de dudosa procedencia y su posterior sacrificio clandestino.
Cabe anotar que con estos
controles sanitarios se contribuye a la seguridad aérea, teniendo en cuenta que
este tipo de actividad clandestina prolifera la propagación de animales de
carroña aéreos y terrestres, que obstruyen la aviación en la jurisdicción de despegue y aterrizaje del aeropuerto Camilo Daza.
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