Seis disparos, que le
propinó un hombre desconocido a Doris Emilse Aguilar Godoy, de 37 años,
acabaron con la vida de esta mujer y sumieron en el dolor a sus familiares.
El agresor, que se
movilizaba en una motocicleta Socialista color rojo, llegó hasta el barrio
Laureles, cerca a la avenida Las Américas, se bajó de la moto y sin quitarse el
casco disparó indiscriminadamente contra Aguilar. Luego, huyó con rumbo
desconocido.
El hecho ocurrió a las
3:30 de la tarde del lunes.
En el momento del ataque,
la víctima estaba con su hija de 15 años, quien también resultó herida de un
balazo en una pierna, por tratar de defenderla.
Doris, manicurista,
constantemente prestaba sus servicios en el sector donde encontró la muerte.
El homicidio ocurrió en la
casa de una de sus clientas, mientras Doris le arreglaba las uñas a tres mujeres
que viven allí.
“El hombre llegó y cuando
vi que sacó el arma salí corriendo”, dijo una de las testigos.
Aguilar cayó baleada en la
entrada de la casa y la mujer a la que le estaba arreglando las uñas le cayó
encima.
“Ella del susto me agarró
y me hizo caer”, dijo.
Una bala alcanzó a rozar a
una niña de 3 años, que afortunadamente no sufrió heridas.
La víctima fue trasladada
20 minutos después del ataque al hospital Erasmo Meoz. Allí llegó sin vida.
Doris dejó tres hijos: dos
niñas y un niño, de 10, 15 y 16 años.
Actualmente vivían en la
casa de unos primos, por dificultades económicas.
Según sus familiares, ella
no tenía problemas ni había sufrido amenazas.
Sin embargo, desconocen si
en el sector de Laureles pudo haber pasado algo que desencadenara el homicidio.
“Ella vivió varios años
allá y luego se fue a vivir con nosotros, desde hace siete meses, en Villa del
Rosario”, dijo un pariente.
Lo último que la familia
conoció fue que el domingo en la noche la mujer recibió una llamada para que
fuera a arreglarle las uñas a dos clientas. Sin embargo, la víctima manifestó
que le debía 4 mil pesos a una de ellas y que no quería ir, pues no tenía ni
para el transporte.
La Policía Metropolitana
de Cúcuta adelanta las investigaciones para esclarecer este nuevo hecho de
violencia contra una mujer.
Las amenazas de muerte que
había recibido Luis Magnon Contreras Comenzaquira, de 26 años, las cumplieron en
la tarde del lunes dos hombres desconocidos cuando le dispararon en la calle 9
de San Miguel.
Contreras se encontró con
su papá al mediodía y luego de almorzar le prometió que iría a visitarlo a su
casa.
Según su padre, cuando
llegó a la vivienda, a la 1:40 de la tarde, su hijo estaba sentado esperándolo
y le pidió que le prestara una brocha para pintar la habitación en la que vivía
en la casa de su mamá.
“Mientras entré a cerrar
la puerta para irme a trabajar, sonaron los disparos”, narró el papá de Luis.
El padre de la víctima
cree que el crimen obedece a una retaliación por un hecho en el que Luis
resultó involucrado (un caso de extorsión en el 2013), y por el que pagó 18
meses de prisión.
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