jueves, 20 de agosto de 2015

130 desmovilizados de Norte de Santander renacen en la sociedad

La poca madurez que a los 16 años tiene un ser humano la llevó a ser parte de la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en donde estuvo durante 10 años. Muchas veces sintió miedo de morir en uno de los combates en los que estuvo involucrada y tras resultar embarazada entendió que debía darle un giro de 360 grados a su existencia.
Estos son aspectos de la vida pasada de Lucía (*), desmovilizada en 2005 y quien este miércoles recibió, junto a 129 excombatientes más, su certificado por haber culminado su proceso de reintegración con la ACR. Oriunda de Aguachica, Cesar, la mujer se siente agradecida con Dios, la vida y el Estado colombiano por haberle ayudado a cambiar.
“Ese cambió partió desde el momento en que el que acepté el proceso de reintegración que se nos vino paso a paso con las talleres psicosociales, lo terminación de los estudios y luego la formación para el trabajo. Dentro de seis mese me graduaré en el Sena de Técnico en Enfermería”, expresó con los ojos aguados.
Afirmó que una de las razones que más la hacen arrepentirse de haber ingresado al grupo ilegal fue el estar lejos de sus padres por tanto tiempo. Ahora disfruta de la tranquilidad con sus dos hijos y su esposo.
“Todos merecemos una segunda oportunidad, ojalá puedan escuchar este mensaje quienes están en esos grupos y se desmovilicen; yo voy a ser la primera en recibirlos para ayudarlos”, manifestó.
La falta de empleo tras ser “echado” del Ejército lo encaminó a las AUC
Efraín (*) es otro de los exintegrantes de los grupos irregulares que se graduó como reintegrado. Recordó que aceptó la invitación del paramilitarismo al no contar con ingresos económicos para sostener a su esposa y dos hijos. Ese capítulo oscuro de su vida duró unos cinco años hasta que decidió desmovilizarse.
“Por 13 años estuve en el Ejército, fui echado por demorarme más días de lo previsto en unas vacaciones. Como no había empleo, luego de buscar y padecer necesidades, un grupo de derecha me ofreció y pues me tocó hacerlo, aunque en realidad no me gustara”, indicó el bumangués.
También agradeció a Dios el haberle dado fuerza para salirse de las AUC y recibir la ayuda de la ACR, ahora es un microempresario del sector panadero. “Muchas veces pensé que no volvería a ver a mi familia, porque fui herido en tres ocasiones; me daba temor de que mis hijos no crecieran conmigo, ahora valoro mucho a mi hogar”.
Más de 500 graduados en Norte de Santander desde 2013
El acto de graduación de los 130 excombatientes de las Farc, ELN y AUC se cumplió en el Instituto La Esperanza, en Villa del Rosario, a donde la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) llevó un rato de alegría y recreación para los 70 estudiantes con limitaciones cognitivas y motoras, por medio de actividades lúdicas, peluquería y refrigerio.
“Además de generarles (a los desmovilizados) esa nueva etapa para sus vidas, luego de un proceso de reintegración difícil que deben cumplir, logramos que ellos identifiquen otros sectores  de la población que tienen necesidades y a los que ellos también pueden ayudar desde el ejercicio de su ciudadanía dentro de la legalidad”, señaló Tyrone Rodríguez Arciniegas, director de la ACR en el departamento.
Rodríguez precisó que este proceso puede durar entre 2 años y medio y 7 y que desde 2013 en la región han certificado a más de 500 exintegrantes de la guerrilla y el paramilitarismo, quienes han pasado por una ruta que incluye formación académica, educación laboral, a través del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), proporción de un proyecto productivo y el acompañamiento psicosocial.
Detalló que 1.200 desmovilizados han estado bajo la responsabilidad de la ACR en el departamento y en todo el país van más de 7.000 graduaos en los últimos dos años. Recalcó que los reintegrados tienen la capacidad de sostenerse y no hay probabilidades de que reincidan, pues han superado su paso por los grupos armados de derecha o izquierda.
El director de la ACR en Norte de Santander aseguró que “la idea es estar preparados para un posconflicto después de un eventual  acuerdo de paz con las Farc, y también con el ELN, por qué no decirlo, para poder intervenir a todos los excombatientes”, concluyó.

La jornada lúdica fue apoyada por la Policía Nacional,Mapp-OEA, Fundación Dr. MejoRía y los reintegrados.

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