La rodilla izquierda de Elkin Soto se cruzó
con el muslo del holandés Rafael van der Vaart como cuando chocan dos trenes y
uno de ellos se sale de su carril. Tras el golpe, la destruida rodilla del
volante colombiano no estaba donde debería. Así de simple.
Luego de haber frenado un balón con el pecho
e intentar rematar al arco con potencia los ligamentos cruzado anterior y
colateral y el menisco salieron de su lugar. No solo el diagnóstico era fuerte:
las imágenes que le dieron la vuelta al mundo fueron impactantes y daban para
presagiar lo peor. Hasta se habló de que no volvería a jugar después de ese 3
de mayo, cuando el Mainz 05, enfrentaba al Hamburgo en la fecha 31 de la
Bundesliga alemana.
Si su articulación hubiera sido, por ejemplo,
un accidente de carro, fácilmente la hubieran declarado como ‘pérdida total’.
Pero, no. Si su recuperación, tras dos operaciones, continúa como viene, es muy
probable que el próximo enero regrese a entrenamientos.
Desde hace 103 días, el manizaleño de 35 años
solo piensa en volver a jugar, en despedirse con honores del equipo alemán que
le abrió las puertas en el 2007 y el que, a pesar de la delicada lesión, le
renovó el contrato para asegurarle una buena recuperación.
Y, además, espera regresar a la ciudad de sus
entrañas, más allá del cariño que le tiene a Alemania. Le hacen falta las
tardes en La Sultana, barrio al que le debe el apodo del ‘Sultán’. Extraña el
Palogrande, el estadio de Manizales donde ganó la Copa Libertadores, cuando el
Once Caldas venció nada más que al Boca Juniors que dirigía Carlos Bianchi.
Esta lesión le ha servido a Elkin para pasar
más tiempo con sus hijas Laura y Valerie, de 6 y 3 años. También le ha
permitido disfrutar más momentos con su esposa, Lina, su soporte y su
fortaleza, quien también le aguantó la tristeza cuando no fue convocado por el
técnico de la Selección Colombia, José Pékerman, para el Mundial de Brasil, el
año pasado.
Ahora, el ‘Sultán’, quien habló con EL
TIEMPO, espera que los meses se pasen rápido, que su recuperación sea
satisfactoria, cumplir el contrato que tiene con el Mainz hasta el 30 de junio del
2016 y no aplazar de nuevo su regreso a casa, como pasó este año, cuando ya
tenía todo listo para volver a su casa, pero su vida como su rodilla se
salieron de cauce y a penas las está reacomodando, para llegar con más fuerza,
para que su regreso se sienta, para volver a jugar.
¿Cómo va el proceso de recuperación de la lesión?
Ya se realizaron las dos operaciones que
estaban planeadas. La recuperación va muy bien, tanto de la primera como de la
segunda. La última intervención fue hace dos semanas, y ahora estamos haciendo
el trabajo de rehabilitación y terapia, que se inició con unos drenajes
linfáticos, y mucha quietud por ahora, pero a partir de la otra semana empieza
el fortalecimiento de la rodilla.
¿En qué consistieron las cirugías?
En la primera se buscó la estabilidad de la
rodilla porque hubo luxación, entonces se operó lo que se había roto: el
músculo, el bíceps, el ligamento externo y el menisco, que también se había
salido de su lugar por lo de la luxación; todo eso fue la primera operación,
para estabilidad de la rodilla.
La segunda operación fue ya de ligamento
cruzado anterior y más sencilla que la primera.
¿Cuándo podría volver a jugar?
Pues, en un principio los doctores dijeron
que en un año. Ahora, ya los plazos se han venido acortando debido a la
evolución de las dos operaciones, entonces ya está entre ocho y 10 meses. A
principios del otro año podría empezar a hacer algunos movimientos, todavía sin
entrar al trabajo grupal, sino algo de acondicionamiento y de fortalecimiento.
Vamos con paciencia para que el resultado sea
positivo.
¿Cómo fue el momento de la lesión?
El dolor más fuerte fue en el momento en que
vi la rodilla, porque segundos antes, cuando intento patear el balón, sentí el
dolor, pero no había visto qué había pasado hasta que caí al suelo. Ahí, cuando
me volteo y me veo la rodilla fuera de lugar, pues el dolor fue más grande y
también un choque emocional. Yo no venía jugando mucho en el equipo, ya estaba
cumpliendo mi contrato y quería despedirme del Mainz jugando y ese día era
titular, entonces el momento fue muy duro porque con la lesión sabía que ya no
iba a jugar más en la temporada, pero no pensé nunca en que aquí acabó todo.
Nunca se me pasó por la mente, la lesión no acabó mi historia en el fútbol.
Además, no sabía que el Mainz me iba a renovar contrato, todo eso se juntó y
fue difícil.
¿La noticia de la renovación fue motivante?
Sí, el mismo día de la lesión, el mánager del
equipo dio una entrevista y me ofreció un año públicamente; yo aún estaban en
la clínica y a los dos o tres días me di cuenta de que él había dicho eso. Fue
algo anímicamente muy bueno, darme la posibilidad de recuperarme aquí, de estar
con el equipo, de tener esa esperanza de despedirme jugando del Mainz, porque
después de ocho años acá creo que sería muy bonito tener algunos minutos.
¿Cómo vivió la no convocatoria al Mundial?
Quiero aprovechar este medio para aclarar
algo: habían dicho algunos que yo no me quería presentar a la Selección porque
no estaba entre los 23 convocados y no fue así, fueron indicaciones del
profesor (José) Pékerman. Inclusive, hablé con él el día antes de viajar para
Colombia, después de terminar la liga acá: me dijo que no iba a estar con ellos
concentrados en Bogotá, que me fuera para Manizales, que estuviera ahí en
familia y pendiente si pasaba algo para que viajara a Bogotá, si había alguna
lesión, si había algún problema, y eso hice. Cuando dieron la convocatoria de
los 30 jugadores, el técnico me llamó antes de la rueda de prensa y me dijo que
iba a dar la lista de 30, pero que no era necesario que me presentara en
Bogotá.
La no convocatoria siempre duele, porque
estuve todo el proceso con el profesor Pékerman, estuve en todos los partidos
amistosos con él, en la eliminatoria, pero también sabía que era así, que solo
podía escoger 23 jugadores.
Conozco la calidad de técnico y de persona que es el profesor y la gente que lo rodea y sabía que iba a escoger los mejores jugadores para representar al país. Yo estaba tranquilo porque durante el tiempo que estuve en la Selección, trabajé y estuve con disciplina. Me sentí orgulloso por el Mundial que hicieron los compañeros.
Conozco la calidad de técnico y de persona que es el profesor y la gente que lo rodea y sabía que iba a escoger los mejores jugadores para representar al país. Yo estaba tranquilo porque durante el tiempo que estuve en la Selección, trabajé y estuve con disciplina. Me sentí orgulloso por el Mundial que hicieron los compañeros.
¿Sueña con volver a la Selección Colombia?
Uno nunca cierra ese capítulo, uno en el
corazón nunca lo cierra, pero uno también debe saber que ya tiene una edad, que
están buscando la renovación del equipo, y eso es lo que ha mostrado el profesor
Pékerman en la Copa América anterior, en los partidos amistosos; entonces hay
que entender eso. El tiempo que viví en la Selección lo disfruté mucho, me
siento muy orgulloso de hacer parte de la Selección Colombia, porque me siento
aún parte de ella, por lo que hice, por los procesos que hice, pero creo que
los procesos y los ciclos van cambiando.
¿La Selección también lo apoyó después de la lesión?
Todos me escribieron, me llamaron y también
pude ver por las redes sociales sus mensajes. Con las personas del cuerpo
técnico hablé telefónicamente, también con el presidente de la Federación (Luis
Bedoya), con sus miembros de la junta, todos estuvieron muy pendientes. Los
médicos se ofrecieron a lo que yo necesitara, están a toda disposición. El
apoyo ha sido total y de todos; en el Once Caldas también me enviaron muchos
mensajes, los médicos también se ofrecieron.
¿Cómo vio a la Selección en la Copa América?
Tuvo momentos buenos, también momentos
difíciles, en los que el equipo no se encontró futbolísticamente. Creo que el
partido contra Brasil fue muy bueno y los jugadores estuvieron alegres, creo
que eso es lo que pudo haber faltado en esta Copa América, no se vio la
selección Colombia suelta y alegre para jugar como lo que vimos en Brasil. Yo
en este punto me inclino un poco, porque la calidad la tenemos, el proceso lo
tenemos, hay que seguir apoyando a la Selección ahora en eliminatorias.
¿Quiere jugar en el Once Caldas?
Sí, ese es mi deseo. Estuvimos en
conversaciones en diciembre pasado y en enero se iba a dar el paso al Once
Caldas, pero no se pudo porque él presidente dijo que el presupuesto ya lo
habían utilizado en otros jugadores, que íbamos a posponer lo mío para mitad de
año, y ya era casi un hecho que iba a volver al equipo.
Siempre he dicho que quiero volver al Once
Caldas en muy buena forma, y creo que así lo estaba antes de la lesión, sabía
que iba a llegar al Once Caldas a aportar, a rendir bien. Ahora se presentó la
lesión y pienso en mi recuperación, en estar bien mental y físicamente, y si se
abre otra vez la posibilidad de volver al Once Caldas, pues seguro la tomaré y
ese es mi deseo. Ojalá que por parte del club así sea.
¿Está bien mentalmente después de la lesión?
Mentalmente estoy fuerte, estoy bien, ya solo
falta la parte física, y para eso me preparo: tengo mis sesiones de terapia dos
veces al día, me cuido porque ahora los primeros días no puedo hacer mucho
ejercicio, entonces me cuido en la alimentación y todo eso porque estoy mucho
tiempo quieto. Todo es pensando en el futuro, en poder volver a jugar,
lógicamente es lo que quiero y poder regresar a Manizales.
¿Qué es lo que más le gusta de esa cultura alemana?
El orden que tienen en todo, también me
gustan las estaciones: el invierno, la primavera, todos esos cambios es bonito
verlos. El alemán como persona es distante, pero cuando logra tener una amistad
es muy fuerte, creo que uno gana amigos de por vida acá, son leales y atentos.
La Bundesliga es muy linda, el espectáculo que brindan, el ambiente en el
estadio es muy familiar. Estoy enamorado de esta liga.
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