sábado, 29 de agosto de 2015

Por confusión de huellas, no entregan cadáver

Dos familias en el Tolima viven una encrucijada desde el pasado 22 de agosto, fecha en la que murió Carlos Andrés Ramírez Castillo en un accidente de tránsito, y todo porque las huellas que aparecen en su cédula de ciudadanía le corresponden a una persona que está viva.

La historia inició, según Carlos Andrés Ramírez Rincón, cuando los dos jóvenes coincidieron en el servicio militar.

Relata que en el Ejército los llevaron a tramitar los documentos de identificación, pero como los nombres y el primer apellido son similares, en la Registraduría trocaron las huellas.

Ahora por esta confusión, la familia de Ramírez Castillo no ha podido retirar el cuerpo de Medicina Legal, puesto que los forenses no saben la verdadera identidad del occiso porque no concuerdan las huellas con el documento de identidad.

“Estoy vivo”

Ramírez Rincón narró que en el 2007 lo reclutaron para el Ejército, pero debido a que tanto él, como su homónimo, no tenían cédula, los llevaron juntos a tramitar los papeles y nunca sospecharon nada porque les entregaron la contraseña.

“Salí de prestar el servicio militar en Arauca con el curso (soldado) y nunca nos volvimos a ver. Seguro él fue primero a que le entregaran la cédula y cuando yo fui no me la entregaron porque tenía doble documentación. Desde ese tiempo he luchado por mi identidad, porque no he podido acceder al sistema de seguridad para mi hija, porque no tengo cédula. Siempre me toca identificarme con la tarjeta militar”, contó.

Ahora, casi ocho años después de haber prestado el servicio juntos, el hombre se enteró de que la familia del occiso lo estaba buscando por los medios de comunicación para que puedan arreglar el problema de las huellas y así les entreguen el cadáver.

“Aparezco como difunto y debo esperar que nos tomen las huellas para que puedan entregar el cadáver. Fui a la Fiscalía para poder ayudar a la familia de mi curso y a esperar que solucionen también mi problema”, puntualizó Ramírez Rincón.

Doble dolor

“Solamente queremos sepultar a nuestro familiar”, dijo un cuñado de Ramírez Castillo.

“Esto es un doble dolor para una madre, se le muere su hijo y ahora tiene que hacer tantas vueltas por un error. Necesitamos que esto se solucione rápido, aunque nos dicen que hay que esperar más tiempo. Medicina Legal asegura que el tema le corresponde a la Fiscalía”, señaló.

Finalmente, el familiar, quien sigue esperando en la puerta del Instituto de Medicina Legal que entreguen el cuerpo de Ramírez Castillo, aseguró que la familia decidió interponer una acción de tutela.

“No podemos pagar los errores de la Registraduría y pedimos la ayuda del Estado para solucionar este problema”, añadió.


Carlos Andrés Ramírez Castillo murió en un accidente por la variante Ibagué – Rovira, cuando manejaba una moto.

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