Al caer la tarde del
miércoles, la muerte tocó a la puerta de la casa de Ana Rosa Becerra Sánchez,
de 33 años, asesinada de un disparo en el cuello.
El hecho se registró en el
barrio Laureles, cerca a la avenida Las Américas, sobre las 6:30 de la tarde.
Según algunos testigos,
una pareja que se movilizaba en una motocicleta llegó hasta el lugar y tocó a
la puerta donde residía la víctima. Apenas Becerra abrió, recibió un balazo en
el cuello.
Herida, salió corriendo y
alcanzó a ingresar a una casa del sector, donde cayó al piso agonizante.
Los vecinos la trasladaron
al hospital Erasmo Meoz, donde finalmente murió.
Ana, venezolana nacida en
Machiques (estado Zulia), llegó hace cuatro años a Cúcuta. Dejó tres hijos de
6, 10 y 12 años.
Los familiares aseguraron
que desde hace 20 días se había mudado a la casa donde la atacaron. Agregaron
que desde que llegó a la ciudad, siempre
vivió en el barrio Laureles.
Además, afirmaron
desconocer si había tenido algún problema o había sido amenazada recientemente.
Según dijeron, la última
comunicación telefónica con Ana fue el lunes; en ella, no manifestó ninguna
situación extraña.
Paradójicamente, la
víctima era manicurista, como Doris Emilse Aguilar Godoy, asesinada el pasado
lunes, de seis balazos, a pocos metros de donde ocurrió el homicidio de Ana.
Los parientes de Becerra
afirmaron que su compañero sentimental, y un hermano de este, están
desaparecidos desde hace una semana en Venezuela.
Cuatro mujeres asesinadas
El homicidio de Ana Rosa
se sumó a las acciones violentas contra las mujeres de Norte de Santander,
registradas en los últimos 4 días.
Con su crimen, ascendió a
cuatro el número de mujeres asesinadas desde el domingo en la región. Tres de
ellas fueron atacadas en Cúcuta.
El primer hecho se registró
el domingo, en el municipio de Santiago, donde fue asesinada Claudia Belén
Ortega, de 34 años, en lo que hasta ahora parece ser un crimen pasional.
En la tarde del lunes fue
acribillada Doris Emilse Aguilar Godoy.
El martes, en la noche,
Johana Sanabria Guerrero, de 20 años, fue atacada por dos hombres desconocidos,
quienes le dispararon en la espalda. Horas después murió en un centro médico.
Al cierre de esta edición,
las autoridades no se habían pronunciado sobre estos crímenes.
Lo llamaron para matarlo
Johan Gómez Sanguino,
venezolano de 29 años, murió ayer luego de que recibiera una llamada en la que
le pedían encontrarse con quien, finalmente, terminó siendo su asesino.
El homicidio ocurrió en un
establecimiento comercial ubicado sobre la avenida Las Américas.
Según testigos, la víctima
bajó de su casa, ubicada en un segundo piso, a esperar a la persona que le
había llamado. Mientras esperaba, apareció un hombre que le disparó en la
cabeza.
Herida, la víctima fue
trasladada al hospital Erasmo Meoz,
adonde llegó sin vida.
El Cuerpo Técnico de
Investigaciones (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, practicó el
procedimiento judicial en la escena del crimen.
De La O para Sucesos
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