Cuando el Ejército detuvo
a Jesús María Durán Acosta, una turba se enfrentó a los militares alegando su
inocencia y pidiendo su libertad inmediata. Contrario a ello, Durán Acosta se
declaró culpable y fue condenado a 10,6 años de prisión por tráfico,
fabricación o porte de estupefacientes.
Los hechos se registraron
el 15 de diciembre de 2013 en la vereda Santa Clara del municipio de El Tarra,
a las 3:30 de la madrugada, cuando las tropas realizaban un patrullaje de
rutina y observaron una construcción rústica donde alguien se escondía.
Según la exposición de la
Fiscalía, el hombre al percatarse de la presencia de la tropa emprendió la
huida llevando en la mano una bolsa. Pero, por las circunstancias climáticas y
del terreno el sujeto tropezó y cayó.
Este momento fue aprovechado
por los soldados para capturarlo y al registrar la bolsa encontraron 6 kilos
809 gramos de coca.
Enseguida, el hombre fue
identificado y trasladado a la base militar del municipio, recorrido en el cual
la turba se atravesó a los militares.
“Cerca de las 6:30 de la
mañana llegaron al casco urbano donde la
comisión militar fue interceptada por los manifestantes quienes mediante
gritos, golpes y empujones pretendían liberar al capturado, por lo que se
requirió apoyo con gas lacrimógeno para
dispersarlos. Seguidamente, fue necesario el traslado en helicóptero a
Cúcuta”, señaló la Fiscalía.
Al siguiente día, Durán
Acosta, de 29 años, natural de El Tarra, fue presentado ante el Juzgado Segundo
Penal Municipal, con función de control de garantías, que legalizó la captura y le dictó medida de
aseguramiento en prisión, mientras avanzaba el proceso en su contra, siendo
recluido en la cárcel de Cúcuta. No se allanó a los cargos.
Preacuerdo
En vista del contundente
material probatorio en su contra, sumado a la detención en flagrancia, el
abogado del procesado decidió, el pasado 26 de junio, llegar a un preacuerdo
con la Fiscalía que consistió en aceptar
los cargos a cambio de recibir una rebaja en la pena.
Dicho preacuerdo fue
aprobado esta semana por un juzgado de la ciudad que lo condenó sin beneficios
de casa por cárcel o suspensión condicional de la ejecución de la pena, puesto
que la condena supera los cinco años para su otorgamiento.
“Los elementos materiales
probatorios con que dispone la Fiscalía son suficientes para demostrar más allá de toda duda razonable que la
conducta desplegada por el acusado se adecua a los delitos contra la salud
pública… El procesado fue aprehendido en
flagrancia y lo admitió en el preacuerdo al aceptar su responsabilidad”, señala
la sentencia condenatoria.
Durán Acosta, quien dijo
ser agricultor, quedó a disposición del Instituto Nacional Penitenciario y
Carcelario (Inpec), que definirá la cárcel donde deberá purgar la pena
impuesta.
En el proceso no fue
materia de debate probatorio la procedencia o destino del narcótico que llevaba
el condenado.
De La Opinión para Sucesos
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