Los familiares de Carlos
Alfredo Rodríguez Latorre, de 86 años, quien murió apuñalado en la tarde del
lunes en un taller metalúrgico de su propiedad, ubicado frente a su casa,
concluyeron que el homicidio de su ser querido se produjo en medio de un robo.
El hecho de sangre se
registró en la manzana 29, lote 5, del barrio Palmeras, en la ciudadela Juan
Atalaya.
Rodríguez nació en
Cundinamarca, pero hace al menos 60 años vivía en Cúcuta. Dejó nueve hijos.
A pesar de que hace 10
años no trabajaba en su taller, todos los días se sentaba a oír radio y pasar
el día allí, después de desayunar y de almorzar.
El lunes, Carlos Alfredo
salió de su casa a las 1:30 de la tarde hacia el taller. Sin embargo, a las
4:00 p.m., uno de sus hijos se percató de que la puerta del local estaba
abierta, lo que no era normal, pues su padre siempre la mantenía cerrada y para
hablar con él había que tocarla.
Al entrar al lugar, se
encontró con una escena trágica que enlutó a su familia: su papá estaba muerto,
tendido en el suelo, amarrado y con una herida en el pecho.
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