El mismo día que se inició
el cese el fuego definitivo entre las Fuerzas Armadas de Colombia y la
guerrilla de las Farc, en el marco del proceso de paz, en Norte de Santander el
Ejército capturó a una integrante de esa organización alzada en armas cuando se movilizaba en un carro por El
Tarra portando una pistola.
La detención se produjo en
el kilómetro 84 de este municipio del Catatumbo, por soldados de la Brigada
Móvil No 33, adscritos a la Fuerza de Tarea Vulcano.
Según informó el Ejército
en un comunicado de prensa, la mujer, que se identificó como Yesenia Soto, de
35 años, fue sorprendida en un puesto de control de los militares, llevando en
un bolso una pistola 9 milímetros, proveedores, munición, material de
intendencia de uso privativo de la fuerza pública y distintivos de las Farc.
Entre los elementos que le
hallaron a Soto estaban unas botas, un radio escáner, una cantimplora, un
arnés, un computador portátil y memorias Usb.
Soto, desde el primer
momento de su detención, manifestó pertenecer a la columna Antonia Santos, del
Frente 33 de las Farc.
A pesar de que la hoy
detenida aseguró que se estaba desplazando hacia un punto de concentración para
encontrarse con algunos de sus compañeros y luego trasladarse a la zona veredal
asignada para las Farc en Caño Indio (Tibú), los uniformados la capturaron por
el delito de rebelión.
Yesenia Soto fue dejada a
disposición de la Fiscalía General de la Nación y tras ser escuchada en audiencia
judicial, el juez Tercero Penal Municipal con función de control de garantías
de Cúcuta, la envió a la cárcel.
Las audiencias de
legalización de captura e imputación de cargos contra la integrante de las Farc
se desarrollaron el martes en el Palacio de Justicia. Ayer, en la mañana,
concluyó la audiencia de medida de
aseguramiento.
En medio de la petición de
la Fiscalía para que la mujer fuera enviada a la cárcel, la entidad argumentó
que Yesenia portaba la pistola cargada, sin ningún seguro, lista para ser
usada, por lo que se consideró como una violación a lo acordado por las Farc
con el Gobierno Nacional.
El fiscal también explicó
que no se tenía certeza de si la mujer podría ser una disidente de esa guerrilla.
A pesar de que el abogado
de Soto se interpuso a la pretensión de la Fiscalía, manifestando que su
defendida solo había cometido “un error de una norma administrativa”, el juez
concluyó que ella violó los protocolos acordados en La Habana, debido a que los
desplazamientos de los guerrilleros se deben hacer acompañados por un
representante de la ONU, de la misma fuerza pública y de un miembro de las Farc;
además, aún no están autorizados esos desplazamientos.
Soto, oriunda del Meta y
conocida como ‘Lucy’ o ‘La Mona’, fue reclutada a los 15 años por las Farc,
donde se desempeña como enfermera desde hace 20 años.
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