La Policía Metropolitana
de Cúcuta (Mecuc) protegió la vida de una niña y una mujer que fueron atacadas
por un canino de la raza Bull Terrier, durante una piñata que se realizaba en
una vivienda de Cúcuta, mientras que el canino fue trasladado al Centro de
Zoonosis.
El caso se presentó en
horas de la noche en una vivienda ubicada en la avenida tercera con la calle
13A del barrio Chapinero de la ciudadela Juan Atalaya, cuando se realizaba una
piñata y al lugar ingresó el canino, color blanco con manchas negras y que no
tenía bozal. El ejemplar de la raza Bull Terrier se abalanzó contra una niña de
10 años que permanecía en la sala. Ante la amenaza latente, una ciudadana
residente en el lugar del evento reaccionó logrando evitar que el canino le
causara lesiones graves a la pequeña.
El canino siguió con el
ataque y agredió a la mujer, ante lo cual un uniformado del Grupo de Protección
de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) que se encontraba como invitado
en el encuentro familiar, fue alertado y con el apoyo de otras personas logró
detener la agresión del canino y liberar a la señora a la que tenía sujetada
del cabello sin dejarla parar. La víctima sufrió mordeduras en su oreja y brazo
derecho.
Luego de contrarrestar el
ataque canino, policías del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica (GUPAE)
llegaron hasta el lugar y redujeron al canino con las técnicas propias para
estos casos y después de introducirlo en un guacal de transporte fue llevado
hasta el Centro de Zoonosis donde quedó en cuarentena para lograr establecer sí
existe alguna enfermedad de tipo de zoonótico.
Entre tanto, la niña que
estaba en la piñata como invitada y la mujer que resultaron víctimas del ataque
canino, fueron trasladadas por el uniformado hasta una clínica de la ciudad,
donde al ser atendidas y valoradas se estableció que la menor de edad no
presentaba heridas abiertas sino laceraciones y hematomas. Entre tanto, a la
señora le suministraron medicamentos antitetánicos por las heridas sufridas.
Posteriormente fueron dadas de alta.
En este caso con
características que no se han registrado anteriormente en esta capital,
relacionadas con ataques caninos en medio de una fiesta, además de proteger la
vida de las dos personas también se evitó que el ejemplar que se encuentra
catalogado dentro de las razas potencialmente peligrosas, según la Ley 746 de
2002, fuera maltratado por la comunidad.
Igualmente, se logró
ubicar el propietario del canino quien de acuerdo a las Leyes 84 de 1989 y 746
de 2002, deberá responsabilizarse por los costos médicos y daños ocasionados a
las personas afectadas. De igual forma, deberá presentar el carnet de cuadro de
vacunación y cubrir los gastos de manutención del canino en el Centro de
Zoonosis durante el tiempo de cuarentena.
Entre tanto, transcurrido
el tiempo de cuarentena y que al realizarse los estudios técnicos veterinarios
se establezca que no existe riesgo de enfermedades zoonóticas, el canino será
devuelto al propietario o tenedor mediante acta de compromiso y seguimiento,
donde se le exigirá cumplir con las medidas de protección a la hora de sacarlo
a las vías públicas, entre ellas usar la tradilla de ahogo y bozal.
Para evitar episodios de
agresión de los caninos hacia la comunidad y otros caninos, es indispensable transportarlos
y sacarlos a espacios públicos con las medidas de seguridad ya referenciadas.
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