Los hijos de Rosa Virginia
Mora Toloza, de 42 años, recordaron con dolor que sobre las 8:30 de la mañana
de ayer, mientras dormían, la detonación de varios disparos los alertó de que
la muerte había llegado a su casa.
Esa hora fue la que
escogieron los homicidas de Mora para asesinarla de tres disparos, y además,
para atacar con otros tres tiros a su yerno, identificado como Samir Giraldo,
de 28 años.
Según se conoció, los
agresores entraron por la parte trasera de la casa, ubicada en la calle 1 No
3-57 del barrio Boconó, y mientras Rosa Mora estaba en el garaje, mirándose en
un espejo, la atacaron de manera indiscriminada, causándole la muerte de
inmediato.
Tras cometer el crimen,
los pistoleros entraron hasta la habitación que está frente al lugar donde
murió Rosa y le dispararon a Giraldo, impactándolo en la cara, un brazo y una
pierna.
Samir estaba durmiendo
junto a sus hijos, de 1 y 8 años, y su compañera sentimental; tras percatarse
de que uno de los pistoleros había entrado en la habitación, como pudo lanzó al
niño de un año hacia el piso, mientras su compañera buscaba refugio junto al
otro menor de edad para evitar ser alcanzados por las balas.
Los agresores salieron de
la habitación y huyeron con rumbo desconocido en una motocicleta que tenían
cerca al lugar de los hechos.
Cuando los parientes de
las víctimas salieron a percatarse sobre lo qué había ocurrido, la escena era
aterradora: el cadáver de Rosa Virginia quedó tendido en el piso, mientras que
Giraldo como pudo se levantó de la cama y se sentó herido en la entrada de la
casa.
Las hijas de la mujer
protagonizaron escenas de dolor y en medio de gritos cargados de desconcierto,
trataban de asimilar el homicidio de su mamá.
Mientras tanto, uno de los
parientes trasladó a Samir a la Unidad Básica de La Libertad, pero por la
gravedad de las heridas fue remitido al hospital Erasmo Meoz, donde al cierre
de esta edición era sometido a una cirugía y continuaba luchando por sobrevivir.
La familia de Rosa aseguró
que no sabían de problemas o amenazas que pudieran haber generado el crimen.
Sin embargo, según uno de
los parientes, en los últimos días la mujer estuvo llorando y tomando cerveza,
pero no quiso comentar si tenía algún problema.
“No nos dijo nada; estamos
sorprendidos por todo esto”, dijo el familiar.
Mora Toloza trabajaba
vendiendo cerveza en su casa.
Miembros de la Seccional
de Investigación Criminal (Sijín) adelantaron la inspección en la escena del
crimen y el levantamiento del cadáver.
Por ahora se adelantan las
investigaciones para esclarecer este nuevo homicidio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario