El calvario del paracaidista
Juan Pablo Iragorri comenzó en el 2010 cuando por petición de un general de Qatar para el que trabajaba, fue intérprete en un caso de cocaína que trataban
de ingresar desde Perú.
Uno de los involucrados le
ofreció meterse en el negocio de la cocaína y ante el rechazo del deportista lo
trataron de sobornar, le quitaron la visa de salida, lo amenazaron y el 30 de
junio del 2011 fue detenido.
“De un carro se bajaron
civiles armados los esposaron y lo metieron a un carro, lo llevaron al Sheraton
de Doha, lo obligaron a arrodillarse en una mesa con cocaína y con dinero y lo
fotografiaron, esa es la prueba reina que dicen tener”, señalo en diálogo con
Caracol Radio, su hermano Mauricio Iragorri.
La Oficina del Alto
comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas envió al gobierno
de Catar en febrero del año pasado una carta en donde explica las torturas a
las que fue sometido y su defensa ha sido ejercida por el exministro de
justicia de Catar, Nayib Alhowami.
“Fue torturado, lo
golpeaban, lo metieron en un hueco de un metro por dos metros sin ventana, no
tenía baño, no tenía ducha, le decían que si no cooperaba con la policía lo
iban a ejecutar, eso duró tres meses hasta que él pudo contactarse con un
abogado”, señala Iragorri.
Tras ser liberado bajo
fianza volvió a ser capturado en 2012 y condenado a una cadena perpetua que
cumple en la Penitenciaria de Doha, basándose en un documento en el que se
declaraba culpable y el cual lo obligaron a firmar bajo tortura y sin tener
conocimiento de lo que decía pues todo estaba escrito en árabe.
La familia Iragorri afirma
que no ha tenido ningún apoyo de la Cancillería que simplemente envío al cónsul
en Abu Dhabi, Rafael Arismendy para que estuviera en las audiencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario