viernes, 13 de marzo de 2015

Irán a juicio los 18 militares y tres civiles acusados de habilitar trocha en Ureña

Luego de la audiencia que se extendió  por cerca de seis  horas el pasado miércoles,  el Tribunal Tercero de Control del  Circuito Judicial Penal del estado Táchira, extensión San  Antonio, decidió que los 18 militares del Ejército y tres civiles  detenidos  en agosto del año pasado en Ureña, por presuntamente  haber habilitado una trocha  para el paso de contrabando,  irán a juicio y continuarán  privados de libertad.

La audiencia preliminar, que fue suspendida en varias oportunidades,  se celebró el miércoles  a partir de las dos de la tarde  y se extendió  hasta  aproximadamente  las ocho de la noche. Tras escuchar los alegatos de la Fiscalía y de los 15 abogados  que integraron la defensa  de los militares y civiles,  la  juez a cargo del Tribunal de Control  aceptó  la acusación de la Fiscalía del Ministerio Público y acordó  llevar a juicio a los acusados.

El caso, que llamó la atención de la opinión pública a nivel nacional,  data del 27 de agosto  de 2014, cuando el grupo de 18  militares del Ejército que hacía parte de las tropas desplegadas por el Gobierno en la frontera para contrarrestar el contrabando,  fueron detenidos al ser acusados de haber rehabilitado una trocha, la cual  había sido inhabilitada previamente para evitar el contrabando de  productos de Venezuela hacia Colombia.

Durante la audiencia del pasado miércoles, el grupo de abogados defensores solicitó que se declarara la nulidad de la acusación, alegando que se había violado el debido proceso y los derechos  humanos. Los abogados  argumentaron que  los defendidos  fueron detenidos arbitrariamente por un coronel de apellido Santana, que en ningún momento fueron informados sobre los delitos por los cuales estaban siendo aprehendidos y que los derechos como imputados  fueron leídos 12  horas después  de su detención. La defensa  considera  además,  que fue  violada  la cadena de custodia de los celulares que tenían  los militares detenidos,  los cuales  aseguran  fueron retenidos  por el coronel  y presuntamente manipulados.

Debido a las diversas circunstancias que se dieron en el proceso,  la defensa solicitó la nulidad de la acusación como punto previo y en segundo lugar,  colocó excepciones,  ya que  considera que la  actuación desplegada por los militares al momento de ser detenidos no reviste carácter penal,  pues cada uno  estaba en su puesto de trabajo en la aduana de Ureña y no  habilitando trochas, como los  acusan.

La defensa afirma que a pesar de la falta de elementos de convicción que  había en el acto conclusivo de acusación  por parte del Ministerio Público,  la  juez de control declaró  sin lugar  las solicitudes que hizo la parte defensora,  admitió la acusación y sometió  a  juicio a los 18 militares  y tres civiles, manteniendo  la medida  privativa de  libertad.

Los militares  están acusados de  cometer  los  delitos de contrabando agravado, corrupción  propia y asociación para delinquir, mientras que a los civiles  les endilgan el delito de  legitimación de capitales por haberle  encontrado dinero en su residencia,  el cual  según la parte acusadora,  provendría de  hechos  vinculados al contrabando. La defensa, no obstante, afirma que la procedencia de ese dinero está sustentada legalmente. 

Asegura la defensa que aunque  hubo presión por parte  de órganos  superiores, para que los acusados  admitieran los hechos, sus  defendidos en ningún momento los admitieron porque están dispuestos a demostrar su inocencia  en el juicio. “Lo que queremos es que se lleve un juicio transparente,  apegado  a derecho y que se deje a un lado  las  directrices políticas que no nos están llevando a nada bueno,  porque si  el caso se sigue manejando así,  el  juicio lo van a demorar o poner trabas para que no se realice  y mientras  tanto los acusados seguirán privados de libertad”,  expresó  uno de  los  integrantes de la nutrida defensa.

De La Nación para Sucesos

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