Jorge Eduardo Pretelt
Chaljub es el dueño en el Urabá antioqueño de un predio de 243 hectáreas más
2.500 metros, cuyo origen es hoy objeto de investigación por varias entidades
del Gobierno y la Fiscalía.
Las tierras fueron registradas el 14 de junio de 2007 en la Notaría Segunda de Montería por el hoy suspendido presidente de la Corte Constitucional como un solo predio.
Sin embargo, corresponden a la suma de cinco fincas ubicadas en los municipios de San Pedro de Urabá y Arboletes, tres de las cuales figuran en el inventario de predios despojados a antiguos adjudicatarios del Incora, por los paramilitares que operaban al mando de alias Monoleche.
En las oficinas de Registro de Instrumentos Públicos de Turbo y Apartado, en los archivos de Justicia y Paz en Medellín y Bogotá y en la Unidad de Restitución de Tierras y encontró reclamaciones sobre las fincas ‘No hay como Dios’, ‘Dos bocas’ y ‘Alto bonito’.
Las fincas ‘Alto bonito’ y ‘No hay como Dios’ fueron compradas inicialmente por la procuradora Martha Ligia Patrón López, esposa del magistrado Pretelt, pero sus anteriores dueños aseguran que la venta se hizo bajo presión de los paramilitares.
Resulta curioso que la finca ‘No hay como Dios’, que tiene una extensión de 66 hectáreas más 1.750 metros cuadrados, fue “vendida” el 8 de febrero de 2000 en 8 millones de pesos a Evelio Enrique Díaz Yáñez, un paramilitar conocido con el alias de ‘el burro’.
Ocho meses después alias ‘el burro’ le vende la misma finca a la esposa de Pretelt por 3 millones 700 mil pesos, es decir, fue una venta 4 millones 300 mil pesos por debajo del valor inicialmente pagado. Cinco años después la procuradora le vende el predio al magistrado en 5 millones de pesos.
El nombre original de esta finca era ‘La corona’ y sus propietarios eran Edilberto Villalba y su familia, compuesta por 11 hijos. En diálogo con Caracol aseguró que vendió su finca por las amenazas de alias el burro y dijo que no se explica por qué la Martha Ligia Patrón figura como dueña.
“Tiene que ser una señora muy importante y tampoco sé si ese señor Evelio le regaló esa finca a ella, se la vendió o yo no sé qué haría”, precisó Villalba tras denunciar que algunas de las pruebas en este caso se perdieron en la Fiscalía.
De la finca que ya había hablado la prensa es “Alto bonito”. Por ella la señora de Pretelt pagó 5 millones de pesos y se la vendió a su esposo dos años después en 19 millones de pesos. El dueño inicial de este predio, Manuel Gregorio Hernández, insistió hasta su muerte que los paramilitares lo sacaron de su tierra.
La otra finca que figura en el inventario de las tierras despojadas por los paramilitares es “Dos bocas”, de 42 hectáreas más 5.000 metros. Le fue vendida a Pretelt Chaljub el 14 de junio de 2005 por 19 millones de pesos, según registros de la Notaría Segunda de Montería.
La oficina de Restitución de Tierras adelanta un cruce de información entre el listado de reclamantes y los nombres de los dueños originales de las tierras que hoy pertenece a Pretelt Cahljub, que también incluyen la finca “Berlín”, vendida por Bernardo Cardona en 5 millones de pesos y la finca “La bonga”, adquirida por Pretelt e por 1 millón 900 mil pesos.
La búsqueda se dificulta porque en su mayoría los reclamantes de tierras despojadas por los paramilitares no informaron a Justicia y Paz sobre los números de registro de sus tierras. Sin la matrícula el proceso tomará algunos meses.
Simultáneamente la Fiscalía también investiga las versiones sobre la presión que tuvieron los campesinos para vender sus tierras, que hace décadas fueron terrenos baldíos propiedad del Estado y que hoy están en manos de prominentes ganaderos y empresarios. Se indaga si hubo un enriquecimiento ilícito.
Las tierras fueron registradas el 14 de junio de 2007 en la Notaría Segunda de Montería por el hoy suspendido presidente de la Corte Constitucional como un solo predio.
Sin embargo, corresponden a la suma de cinco fincas ubicadas en los municipios de San Pedro de Urabá y Arboletes, tres de las cuales figuran en el inventario de predios despojados a antiguos adjudicatarios del Incora, por los paramilitares que operaban al mando de alias Monoleche.
En las oficinas de Registro de Instrumentos Públicos de Turbo y Apartado, en los archivos de Justicia y Paz en Medellín y Bogotá y en la Unidad de Restitución de Tierras y encontró reclamaciones sobre las fincas ‘No hay como Dios’, ‘Dos bocas’ y ‘Alto bonito’.
Las fincas ‘Alto bonito’ y ‘No hay como Dios’ fueron compradas inicialmente por la procuradora Martha Ligia Patrón López, esposa del magistrado Pretelt, pero sus anteriores dueños aseguran que la venta se hizo bajo presión de los paramilitares.
Resulta curioso que la finca ‘No hay como Dios’, que tiene una extensión de 66 hectáreas más 1.750 metros cuadrados, fue “vendida” el 8 de febrero de 2000 en 8 millones de pesos a Evelio Enrique Díaz Yáñez, un paramilitar conocido con el alias de ‘el burro’.
Ocho meses después alias ‘el burro’ le vende la misma finca a la esposa de Pretelt por 3 millones 700 mil pesos, es decir, fue una venta 4 millones 300 mil pesos por debajo del valor inicialmente pagado. Cinco años después la procuradora le vende el predio al magistrado en 5 millones de pesos.
El nombre original de esta finca era ‘La corona’ y sus propietarios eran Edilberto Villalba y su familia, compuesta por 11 hijos. En diálogo con Caracol aseguró que vendió su finca por las amenazas de alias el burro y dijo que no se explica por qué la Martha Ligia Patrón figura como dueña.
“Tiene que ser una señora muy importante y tampoco sé si ese señor Evelio le regaló esa finca a ella, se la vendió o yo no sé qué haría”, precisó Villalba tras denunciar que algunas de las pruebas en este caso se perdieron en la Fiscalía.
De la finca que ya había hablado la prensa es “Alto bonito”. Por ella la señora de Pretelt pagó 5 millones de pesos y se la vendió a su esposo dos años después en 19 millones de pesos. El dueño inicial de este predio, Manuel Gregorio Hernández, insistió hasta su muerte que los paramilitares lo sacaron de su tierra.
La otra finca que figura en el inventario de las tierras despojadas por los paramilitares es “Dos bocas”, de 42 hectáreas más 5.000 metros. Le fue vendida a Pretelt Chaljub el 14 de junio de 2005 por 19 millones de pesos, según registros de la Notaría Segunda de Montería.
La oficina de Restitución de Tierras adelanta un cruce de información entre el listado de reclamantes y los nombres de los dueños originales de las tierras que hoy pertenece a Pretelt Cahljub, que también incluyen la finca “Berlín”, vendida por Bernardo Cardona en 5 millones de pesos y la finca “La bonga”, adquirida por Pretelt e por 1 millón 900 mil pesos.
La búsqueda se dificulta porque en su mayoría los reclamantes de tierras despojadas por los paramilitares no informaron a Justicia y Paz sobre los números de registro de sus tierras. Sin la matrícula el proceso tomará algunos meses.
Simultáneamente la Fiscalía también investiga las versiones sobre la presión que tuvieron los campesinos para vender sus tierras, que hace décadas fueron terrenos baldíos propiedad del Estado y que hoy están en manos de prominentes ganaderos y empresarios. Se indaga si hubo un enriquecimiento ilícito.
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