Un gol de Messi a cinco
minutos del final, después de que él mismo fallara un penalti, dejó encarrilada
la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey para el Barcelona (1-0),
ante un Atlético de Madrid que mejoró su imagen respecto a su reciente vista al
Camp Nou en la Liga, pero no lo suficiente para haber merecido esta noche un
resultado mejor.
Salió Luis Enrique con su
recién descubierto once de gala, solo alterado en la Copa por la entrada de Ter
Stegen, como guardián de la portería azulgrana, en detrimento de Bravo.
Simeone, por su parte,
decidió finalmente dejar a Mandzukic en el banco y poner más músculo en la
medular con la entrada de Gabi. El Cholo aprendió la lección del partido de
Liga y no dejó que el Barça metiese a su equipo atrás desde el primer minuto.
Los rojiblancos fueron a
buscar a los azulgranas arriba, en lugar de esperarles atrás, y solo el
arranque estelar de Messi evitó que los visitantes lograran su propósito desde
el inicio.
De la mano de la 'Pulga',
el Barcelona dominó los primeros veinte minutos. Neymar obligó a sacar una mano
a Oblak y el propio Messi remató por encima del larguero una triangulación
entre Alves y Rakitic, antes del cuarto de hora.
El Atleti se fue estirando
gracias a las internadas de Siqueira por banda izquierda. Godín y Mario Suárez
lo intentaron de lejos, pero sus tiros salieron muy desviados, y un cabezazo
alto de Griezmann confirmaba que el equipo madrileño, esta vez sí, había venido
al Camp Nou dispuesto a afrontar el intercambio de golpes.
El Barça lo intentaba con
la intensidad y las ganas de hace diez días, pero sus jugadores no combinaban a
la misma velocidad y sobretodo con la misma precisión.
Los locales cedían y
recuperaban el dominio del choque al mismo ritmo que Messi decidía tomarse un
respiro o reactivarse para adueñarse de nuevo del partido.
Pero sería Luis Suárez
quien tendrían la mejor ocasión del primero tiempo, poco antes de llegar al
descanso. El uruguayo, aburrido por el marcaje al límite del reglamento que le
estaba haciendo su compatriota Godín, pudo resarcirse en un balón de Rakitic
que le cayó en la frontal del área pequeña.
Sin embargo, conectó mal
con la derecha, cuando Oblak ya estaba vendido, y envió el balón a la nubes.
Simeone sentó a un poco
participativo Fernando Torres al descanso para dar entrada a Mandzukic. Pero el
Atlético del principio de la segunda parte de la Copa se pareció más al de la
primera del partido de Liga. Encima, con la posterior entrada de Raúl García
por Griezmann, perdió aún más velocidad arriba para explotar los espacios a la
contra.
A los rojiblancos el balón
les duraba un suspiro y su rival olió la sangre. El Camp Nou lo notó e intentó
calentar el ambiente de la gélida noche copera alentando a los suyos para que
aceleraran en busca de la meta defendida por Oblak.
Xavi reapareció para echar
una mano el último cuarto de hora, justo después de que Iniesta se convirtiera
en el primer jugador en tirar a puerta -sin consecuencias para Oblak- en toda
la segunda parte.
Los de Simeone seguían sin
salir, el Barça sin fabricar fútbol a a la suficiente velocidad para superar la
zaga rojiblanca, Messi, demasiado escorado a la banda derecha y Suárez,
desquiciado con el árbitro y desquiciando a la grada en cada combate perdido
con Godín.
Con el partido casi
llegando al final, el árbitro señaló un estúpido penalti de Juanfran a Sergio
Busquets. Oblak adivinó la intención de Messi, pero el argentino recogió su propio
rechace para fusilar al fondo de la red.
El propio Messi podría
haber hecho el segundo en el tiempo añadido en un lanzamiento de falta que
salió por encima de la escuadra izquierda de la meta visitante.
De AFP para Sucesos
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