En alerta se encuentran en
la frontera todos los organismos de seguridad, militares y policiales, ante la
circulación desde el sábado 4 de marzo, específicamente, de un panfleto en el
que amenazan de muerte y de manera concreta a tres funcionarios, uno adscrito
al Conas y dos al Cicpc, a los que tildan de ladrones y extorsionadores.
Se trata de un volante de
un grupo paramilitar que firma el escrito como
“la verdadera empresa”, que suponen las autoridades se trata de una
represalia de un grupo paramilitar ante las recientes capturas de varios de sus
presuntos integrantes, tres por parte del Gaes en Ureña, y otros cinco en un
procedimiento practicado por el Ejército en una trocha fronteriza.
En el volante, que distribuyeron en sectores
como La Invasión, Mi Pequeña Barinas, Cayetano Redondo, y Libertadores
de América, prácticamente daban un ultimátum, un plazo de 24 horas para que
estos funcionarios mencionados se fueran de San Antonio del Táchira, o de lo
contrario serían ejecutados, declarados objetivo militar, así como también amenazan
con hacerle a expendedores de droga, ladrones y “sapos de la PTJ”, a todo aquel
(civil) que se encuentre en la calle
después de las 10 de la noche.
Esta amenaza ha llevado a
que las autoridades tomen previsiones desde el mismo fin de semana, adicionalmente
se encuentran monitoreando a fin de verificar la autenticidad del volante, pues cierta o no, ha causado
angustia y zozobra en buena parte de la frontera.
Consideran que la difusión
de la amenaza constituye una forma de venganza contra los órganos de seguridad
de la entidad que en los últimos meses han efectuado importantes procedimientos
en esta zona limítrofe, más recientemente del Gaes- Sección Frontera.
Precisamente la semana
pasada el Gaes de esta zona capturó a dos hombres y una mujer, inicialmente
señalados de extorsión y que luego se comprobó que estaban relacionados con el
secuestro de un comerciante de Colón, quien hace unos 15 días fue retenido en
Ureña, y por su liberación no solo le exigieron un monto millonario de dinero,
sino una camioneta y también una motocicleta, la misma que se les incautó
durante la aprehensión.
También la semana pasada
el Ejército capturó a cinco más en una trocha
de San Antonio, a los que sindicaron de presuntos paramilitares,
solicitados y supuestamente vinculados al Clan Úsuga, los cuales fueron
trasladados a Caracas para ser imputados por extorsión, secuestro y homicidio.
Por esta razón fue que
este fin de semana se vieron y se sigue manteniendo mayor número de militares y
efectivos policiales en las calles de San Antonio y Ureña, efectuando
patrullaje diurno y nocturno, mientras que los organismos de inteligencia se
encargan de dar con el paradero de los irregulares, ya identificados, que se
encargan de generar el pánico, sobre todo en estos dos municipios tachirenses; por lo que no se
descarta el arribo de otras unidades que reforzarán la búsqueda y aprovecharán
para hacer lo propio en los municipios de la zona norte.
El EPL en la frontera
Mientras esto ocurre con
presuntos paramilitares, otros supuestos comunicados firmados por el grupo guerrillero Ejército Popular de Liberación
–EPL-, también han hecho llegar a la población fronteriza; en uno se “compromete”
a ayudar a los civiles y a las autoridades a erradicar a los “paracos”, y en
otro, anuncia su colaboración en el desmantelamiento de un grupo de
delincuentes en el barrio 13 de Marzo del Norte de Santander, igualmente
ordenan el cierre de varios negocios por considerarlos fuentes financieras de
los “paracos”, al igual que 11 líneas de taxis de Ureña.
Además, “no se responde
por las vidas de las personas que encontremos en las trochas La Chinita, La
Venezolana, La Rampla de Sandra, Portón Amarillo, El Cerrito, mayor Kin, El
Águila, Caño Picho, Los Grullos, La Mona, La Cilantrera, La Marranera, donde
actualmente hacen sus reuniones y donde muchos de los cuerpos de las personas
que aún mantienen desaparecidas, se encuentran sin vida y en estado de
descomposición en esa misma trocha del lado venezolano, La 51 y Puente de Tienditas”; realmente
una situación que, falsa o
verdadera, no deja de ser preocupante por el solo hecho de atribuirse la responsabilidad que netamente corresponde a nuestras FANB.
“Comunicado informativo a
la Opinión Pública del Estado Mayor Norte de Santander y zona Fronteriza con el
estado Táchira. Hoy queremos dirigirnos a ustedes, nuestro pueblo, hacerle
saber por lo que se viene luchando, y el apoyo que nuestra organización
necesita de ustedes el pueblo en general. El objetivo por el cual llegamos a
esta zona de frontera. Sabemos y tenemos información confirmada de
inteligencia. De un grupo de delincuentes ya plenamente identificado que se
hacen llamar PARACOS, suplantando nombre el CLAN GOLFO y CLAN ÚSUGA. Aprovechándose
del pueblo haciendo extorsiones, secuestros y asesinatos a personas inocentes
derramando la sangre del Pueblo”, señala la primera parte de uno de estos comunicados.
Luego de mencionar a unos
50 supuestos delincuentes (hombres y mujeres), algunos por sus nombres, otros
por los alias, considerados en el comunicado como “objetivos militares”,
también les daban un plazo de 48
horas “para abandonar el eje fronterizo. Plan Pistola, no se responde
por víctimas civiles a partir de las 9pm”. Firmado por el Frente Libardo Mora
Toro, Ejército Popular de Liberación.
Es de suponer que los
ultimátum que no solo evidenciarían la presencia guerrillera en la frontera
venezolana, sino que amenazan con tomar la justicia en sus manos, también deben
estar siendo investigados, por cuanto no se descarta que a raíz del acuerdo de paz que adelanta Colombia con la guerrilla, los
disidentes se hayan movilizado a la frontera con Táchira para seguir
delinquiendo desde aquí, reorganizándose en otros grupos.
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