La Secretaría General del Senado llegó el oficio 06477 de la
Corte Suprema de Justicia, un sólo folio en el que la magistrada Patricia
Salazar Cuéllar, “de manera comedida y atenta”, pide que le sea certificada la
dignidad de congresistas de nueve senadores.
No es que este tipo de
comunicaciones sean extrañas. A los congresistas los demandan a diario por
cualquier motivo, estas solicitudes son un trámite para que la Corte Suprema
inicie cualquier indagación. Sin embargo, el oficio que llegó al capitolio
tenía la particularidad que indagaba por nueve senadores que, de una u otra
manera, han sido mencionados en el complejo entramado del caso Odebrecht.
Roberto Gerlein (Partido
Conservador), Manuel Guillermo Mora
(Partido de la U), Iván Duque (Centro Democrático), Musa Besaile (Partido
de la U), José Alfredo Gnecco (Partido de la U), Arleth Casado (Partido
Liberal), Alfredo Ape Cuello (Partido Conservador), Alejandro Chacón (Partido Liberal) y Ciro Rodríguez (Partido
Conservador).
La petición generó
tensión. Muchas veces puede ser el preámbulo para una indagación preliminar. El
caso Odebrecht ha salpicado las dos principales campañas presidenciales del
2014, la del presidente Juan Manuel Santos y la de Óscar Iván Zuluaga, y ahora parece
estar tocando las puertas del capitolio.
Los nombres de Alfredo Ape
Cuello y Alejandro Chacón habían sonado en la boca de Eleuberto Martorelli,
director de Odebrecht en Colombia. Según el directivo, los senadores se
reunieron con Otto Bula, hoy testigo estrella de la Fiscalía en esta novela de
corrupción.
Hasta ahora el único
senador al que el escándalo había salpicado, Bernardo “Ñoño” Elías, no está en
la lista de parlamentarios por los que la Corte averiguó. Ya la Fiscalía
compulsó copias para que lo investigue la Corte Suprema de Justicia por
Odebrecht. “Ñoño” Elías sonó desde el primer momento por cuenta de su cercanía
con Bula.
Algunos de los mencionados
en el oficio de la Corte Suprema negaron cualquier relación con la palabra
Odebrecht y se declararon dispuestos a atender cualquier requerimiento de la
justicia.
“Le voy a dar poder a mi
abogado para que revise el tema. Nunca he ido a las instalaciones de la Agencia
Nacional de Infraestructura (ANI) en los dos períodos en los que he sido
senador, aunque hacer gestión no es ningún delito. Ni siquiera sabía que
existía esa empresa”, dijo el senador Musa Besaile, del Partido de la U.
“No tengo ni he tenido
vínculo con esa empresa. Nunca he gestionado contratos ni a favor de Odebrecht
ni de ninguna otra empresa. Lo que me pida la justicia, a la justicia se le
dirá”, dijo Iván Duque.
“Yo no tengo vinculación
alguna, de ninguna clase, con los señores de Odebrecht. Me pareció extrañísima
la carta de la Corte, pero la respondí inmediatamente”, dijo Roberto Gerlein
con su habitual tranquilidad.
Otros, como la senadora
Arleth Casado, prefirieron no dar explicaciones.
Con un oficio similar,
recuerdan los más veteranos del Congreso, comenzaron los mayores escándalos del
país que comprometieron a la clase política colombiana, el proceso 8.000 y la
Parapolítica. La Corte Suprema de Justicia tendrá que determinar si el caso
Odebrecht también alcanzó similares esferas.
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