Luego de la captura de
José Alejandro Ávila Vanegas, hijo de alias Lorenzo, cabecilla del Clan Úsuga
en la zona norte del país, la Policía encontró 8 cartas escritas a mano por
Dairo Antonio Úsuga (alias Otoniel) y Roberto Vargas Gutiérrez (alias Marcos
Gavilán), máximos líderes de esta banda criminal en Colombia.
En una de estas cartas,
Otoniel hablaba de la importancia de copar los espacios dejados por la
guerrilla del Epl en el Catatumbo, tras la muerte de Megateo. Para ello, le
encomendaba a Lorenzo la misión de trasladarse hasta la zona y empezar las
gestiones tendientes a fortalecer la presencia del Clan Úsuga en esta región
del país y con ello hacerse al control de una de las áreas con más presencia de
cultivos ilícitos en Colombia.
Sin embargo y contra todo
pronóstico, Lorenzo no aceptó la misión de su jefe y se negó a venir al
Catatumbo.
“Sabemos, por
inteligencia, que por ahora el Clan Úsuga no ha logrado conseguir un bandido
que quiera venirse a comandar en Norte de Santander esa banda criminal, pues
cabecilla que nos ponen, cabecilla que les capturamos”, afirmó el comandante de
la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), coronel Jaime Barrera Hoyos.
(Coronel Jaime Barrera
Hoyos, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta.)
Y es que durante el 2015,
el Clan Úsuga fue la banda criminal que más golpes sufrió por parte de la
fuerza pública en Cúcuta y su área metropolitana.
Con ocho operaciones
contra esta estructura, la Policía logró capturar a 86 de sus integrantes y
notificar a 25 más, que permanecían recluidos en prisión, de nuevos procesos en
su contra. Los Rastrojos, la segunda banda criminal que más azota a la región,
también sufrió la captura de 21 de sus integrantes el año pasado.
“Al Clan Úsuga y Los
Rastrojos también logramos quitarles abundante material de guerra, destacándose
la incautación de 13 pistolas, 6 revólveres, 3 subametralladoras y 4 fusiles.
También una granada de mano y 6 granadas de fragmentación”, agregó el oficial
Barrera.
Las finanzas de estas
estructuras criminales también fueron afectadas con el decomiso de 1.058 kilos
de base de coca, 124 kilos de cocaína y 63 kilos de marihuana.
“El año pasado, aunque
esta situación venía desde finales de 2014, el Clan Úsuga sufrió una ruptura
interna que llevó a la creación de una disidencia al mando de alias El Gringo
(Eleazar Villamizar Botía). Esa ruptura llevó a un enfrentamiento entre estos
grupos, enfrentamiento que fue el responsable de la gran mayoría de las muertes
que tuvimos en la metropolitana”, sostuvo el comandante de la Mecuc.
Finalmente, el oficial
indicó que una de las nuevas estrategias del Clan Úsuga ha consistido en
pagarles un salario mensual de 1.400.000 pesos a sus sicarios, sin importar el
número de crímenes que cometa durante el mes.
“Ahora no pagan las
muertes por encargo. Simplemente les pusieron un sueldo a los sicarios y en el
transcurso del mes les van diciendo qué crímenes deben cometer. Puede ser uno,
pueden ser 5, los que sean, siempre van a recibir la misma paga”, concluyó el
oficial, no sin antes hacer énfasis en lo atractivo que este salario puede
resultar para los jóvenes menores de edad que estas bandas criminales utilizan
para asesinar.
A continuación, La Opinión
presenta los perfiles de los 14 cabecillas del Clan Úsuga, la disidencia que se
formó con miembros de esta banda criminal y de Los Rastrojos, que fueron
capturados el año pasado.
1. José Mauricio Moncada
Contreras, alias Mocoseco, nació el 17 de enero de 1978 en Cúcuta. Durante la
hegemonía paramilitar que azotó a Norte de Santander entre 1999 y 2004, actuó
bajo las órdenes de Jorge Iván Laverde Zapata (El Iguano), entonces comandante
del Frente Fronteras de las Autodefensas Unidas de Colombia. Al interior de
este frente se destacó por ser un aguerrido sicario, lo que le llevó a escalar
peldaños hasta convertirse en el financiero de esa agrupación delictiva.
En su prontuario criminal
le aparecen 10 condenas por homicidio agravado, una más por homicidio en
persona protegida y otras por desaparición forzada, hurto agravado, secuestro,
concierto para delinquir, porte ilegal de armas y tortura, entre otros delitos.
Por haber sido beneficiado
con la Ley de Justicia y Paz, solo pagó 8 años de cárcel por todos los delitos
que cometió como paramilitar, recobrando su libertad en agosto del año pasado.
Sin embargo, según las
autoridades, Mocoseco, como es ampliamente conocido en la ciudad, habría
continuado delinquiendo desde la cárcel, desde donde mantendría un control
sobre el expendio de drogas en el sector céntrico y la comuna 5 de Cúcuta. Al
parecer, estando aún detenido, Moncada se habría convertido en miembro del Clan
Úsuga, en el que cumplía funciones de financiero como en sus años de
paramilitar.
Al interior de esta banda
criminal, Mocoseco tuvo que lidiar, luego de un operativo adelantado por la
Policía el 20 de febrero del año pasado en diferentes sectores de Cúcuta, con
el contrapeso que le hizo alias El Paisa, quien asumió el control de las zonas
que este lideraba tras la captura de 18 de los integrantes del Clan Úsuga en
ese operativo.
El Paisa, con la venia de
‘Sombra’, copó los espacios de Mocoseco, lo que generó disputas entre ellos y
marcó el derrotero de los escenarios de confrontación que se sucederían.
En agosto, cuando Mocoseco
recobró su libertad, se unió a otros exconvictos, antiguos subalternos suyos y
entre los que se destacan alias Sierra, La Vaca y Richard, para hacerse al
dominio criminal y el control del microtráfico en los sectores de El Hueco y el
Cerro de la Cruz en el barrio Sevilla.
Una vez libre, Mocoseco
inició una confrontación armada contra sus antiguos jefes del Clan Úsuga por el
control criminal del microtráfico, participando y ordenando, según las
investigaciones adelantadas por las autoridades, en la ejecución de homicidios
de expendedores y consumidores como mecanismo de presión a las ‘ollas’ que no
aceptaran su dominio.
Con su captura, una vez
más, el pasado 12 de diciembre por el delito de concierto para delinquir
agravado, Mocoseco podría perder los beneficios de los que gozó por la Ley de
Justicia y Paz y pasaría a ser juzgado por la justicia ordinaria, lo que le
acarrearía penas de hasta 40 años de prisión.
2. Lacides Antonio
Blanquicet Campo, alias Roca, nacido el 20 de julio de 1980 en Chigorodó
(Antioquia), es un desmovilizado del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de
Colombia que llegó a la región para convertirse en el segundo cabecilla del
Clan Úsuga en Norte de Santander.
Roca fue enviado por los
jefes de esta banda criminal desde el Urabá antioqueño con la misión de retomar
el control criminal y copar las zonas de injerencia perdidas con la ruptura de
mando y la desvinculación de varios de sus integrantes que se fueron con
Eleazar Villamizar Botía, El Gringo, a montar una disidencia.
Blanquicet fue capturado
en dos oportunidades durante el 2015. La primera de ellas fue el 22 de febrero
por el delito de porte ilegal de armas y la segunda el 25 de junio por
concierto para delinquir.
3. Eleazar Villamizar
Botía, alias El Gringo, gramalotero nacido el 9 de enero de 1977, fue el que en
el 2014 decidió abrirse del Clan Úsuga y montar su propia franquicia criminal
en la región, llevándose consigo a varios de los hombres que hasta ese entonces
integraban dicha banda y enfrentándose a muerte a alias Cristian, máximo
comandante de esa bacrim por esos días.
A su disidencia, llamada
‘Integración Colombia’, quiso promocionarla como una organización
político-militar que llegaba a la región para luchar en contra de las otras
bandas criminales y grupos guerrilleros, aduciendo tener como su principal
objetivo la protección de los campesinos, las víctimas del conflicto y los
comerciantes de la zona.
Con su bacrim, El Gringo
se erigió como el cabecilla de las disidencias del Clan Úsuga en Cúcuta, los
municipios venezolanos de Ureña y San Antonio, y los pasos fronterizos ilegales
de El Escobal y Villa del Rosario.
Lideraba las finanzas de
su estructura obtenidas a través de extorsiones a comerciantes, contrabandistas
y narcotraficantes. En la investigación que las autoridades iniciaron en su
contra, se le señala de ser el determinador del ataque ejecutado contra la
Policía por esa estructura en julio del 2014 en la vereda La Javilla del
corregimiento Aguaclara (Cúcuta), donde resultaron muertos dos uniformados,
entre ellos el comandante de la subestación de esa localidad, y otros dos
quedaron heridos con arma de fuego.
En el prontuario criminal
de El Gringo llama la atención que, a pesar de haber sido capturado varias
veces, siga como si nada delinquiendo en las calles de la ciudad. Algunas de
sus capturas han sido:
20 de junio de 2008:
Capturado en Tuluá (Valle del Cauca) por el delito de concierto para delinquir.
19 de diciembre de 2011:
Capturado en Cúcuta por el delito de concierto para delinquir y tráfico de
estupefacientes.
3 de febrero de 2012:
Capturado por el delito de concierto para delinquir.
7 de noviembre de 2013:
Capturado en Cúcuta por el delito de extorsión.
10 de noviembre de 2015:
Capturado en Cúcuta por el delito de concierto para delinquir agravado.
4. Arnoldo Lizarazo
Aguilar, alias El Chivo o Don Alirio, nació en el Zulia hace 42 años. Era el
hombre de confianza de El Gringo y se encargaba, junto a este, de las finanzas
obtenidas a través de extorsiones a comerciantes, contrabandistas,
narcotraficantes y propietarios de ‘ollas’.
En la disidencia del Clan
Úsuga que comandaba El Gringo llegó a ser el cabecilla militar y segundo al
mando de esta estructura en Norte de Santander. Una de sus principales
responsabilidades era ejercer el control territorial en la frontera con
Venezuela (El Escobal y Villa del Rosario).
En el 2014 El Gringo le
encomendó establecer alianzas con Los Rastrojos de Norte de Santander, luego de
la muerte de alias Monstruo, su principal cabecilla.
Fue capturado el 17 de
enero de 2015.
5. José Alexander Lizcano
Mendoza, alias Conejo o Liendra, cucuteño de 37 años, es señalado por las
autoridades de ser el encargado, dentro de Los Rastrojos, de las finanzas y el
narcotráfico en el municipio de Puerto Santander.
Conejo inició su vida
criminal como miembro de las Águilas Negras en este municipio fronterizo desde
hace más de 10 años.
El 9 de julio de 2010 fue
capturado en Sardinata por el delito de fabricación, tráfico, porte o tenencia
de armas de fuego.
Tres años más tarde, el 4
de mayo de 2013, volvió a ser capturado por el mismo delito en Cúcuta. En esa
oportunidad también lo acusaron de concierto para delinquir.
Sin embargo, y a pesar de
estas dos capturas, cayó una vez más en poder las autoridades el 21 de
noviembre de 2015 por el delito de concierto para delinquir. Esta captura se
dio en Puerto Santander donde, bajo las órdenes de alias Necoclí, se encargaba
de la comercialización de estupefacientes y la coordinación de los laboratorios
para la producción de coca.
6. Juan Carlos Vega
Figueroa, nació el 15 de agosto de 1977 en Fonseca (La Guajira). Su captura,
registrada en Villa del Rosario el 19 de diciembre de 2015, pasó inadvertida
para los medios, que desconocían que este sujeto era el sucesor de Marcos de
Jesús Figueroa, Marquitos Figueroa, líder de una agrupación criminal y
narcotraficante que controlaba el norte del país, especialmente el departamento
de La Guajira.
Luego del a captura de su
jefe, Vega Figueroa pasó a controlar un negocio criminal millonario dedicado al
contrabando de combustibles, narcotráfico, homicidios y extorsiones.
‘Pirín’, como era
conocido, fue capturado en esta zona del país luego de que huyera a Venezuela
para evitar el cerco que las autoridades colombianas tendieron sobre él con el
fin de capturarlo.
Dentro de los múltiples
homicidios de los que se le acusa está el de la exalcaldesa de Barrancas (La
Guajira), Yandra Cecilia Brito Carrillo, ocurrido el 28 de agosto de 2012 en
Valledupar.
Curiosamente, Pirín había
sido capturado, también en Cúcuta, el 22 de febrero de 2015 por el delito de
concierto para delinquir agravado. Se desconocen las razones por las cuales, en
esa ocasión, fue puesto en libertad.
7. Leonardo Alexis
Colmenares Rivas, venezolano de 35 años, fue capturado el 12 de noviembre de
2015 en Cúcuta por el delito de porte ilegal de armas. Leo, como es conocido al
interior de la disidencia del Clan Úsuga que montó El Gringo, es hermano de
alias Iván, cabecilla de esa agrupación y quien fue capturado por las
autoridades venezolanas el 30 de septiembre del año pasado.
Luego de que su hermano
fuera capturado, El Gringo lo montó en el puesto de este y le encomendó recoger
los dineros producto del cobro de extorsiones a contrabandistas, gasolineros y
comerciantes informales que hacen presencia en El Escobal.
8. Jesús Yovanny Saad
Sinisterra, alias Bola 8 o El Negro Vladimir, nació en Cúcuta el 24 de
diciembre de 1981. Aunque perteneció a Los Rastrojos entre 2008 y 2011, para el
momento de su captura era miembro activo del Clan Úsuga.
Al interior de esta banda
criminal era el encargado de controlar la comercialización de estupefacientes
en la zona céntrica de Cúcuta. Mediante la intimidación armada, mantenía el
cobro de cuotas extorsivas a los comerciantes informales, las trabajadoras
sexuales y los expendedores de drogas en esta zona de la ciudad.
El 23 de diciembre de 2007
había sido capturado por el delito de daño en bien ajeno. Seis años después, el
4 de junio de 2013, fue capturado en flagrancia por extorsión y condenado a 18
meses de prisión. Su última detención se dio el
26 de marzo del año pasado
por el delito de concierto para delinquir agravado.
9. Juan David Zuluaga
Cardona, alias El Paisa, Maicol o Breyner, nació hace 31 años en Carepa
(Antioquia). Luego de la Operación Equilibrio, realizada el 26 de febrero del
año pasado y que dejó como resultado 18 miembros del Clan Úsuga capturados, fue
encargado por alias Franco, máximo cabecilla de esa banda criminal en el
departamento por ese entonces, de reorganizar la estructura.
El Paisa se encargaba de
coordinar el cobro de cuotas extorsivas al gremio de comerciantes en la zona
céntrica de la ciudad, así como a las casas de lenocinio y los transportadores.
Además, de la distribución de estupefacientes en las comunas 1, 5 y 7.
El dinero recolectado por
El Paisa era entregado posteriormente a ‘Franco’, quien lo utilizaba para
financiar el brazo armado del Clan Úsuga que tiene injerencia en la zona rural
de Cúcuta.
Zuluaga fue capturado el
12 de mayo del año pasado por el delito de concierto para delinquir.
10. Elkin Hernando Muñoz
Cogollo, alias Matías, nacido el 30 de septiembre de 1976 en Tierralta
(Córdoba), era cabecilla del Clan Úsuga en el área urbana de Cúcuta y mantenía
línea directa con alias Walter y Sombra, máximos líderes de esa banda criminal
durante un tiempo del año pasado.
‘Matías’ mantenía el
control criminal de la comercialización de estupefacientes en la zona céntrica
de Cúcuta y mediante la intimidación armada realizaba cobros extorsivos a
comerciantes informales, trabajadoras sexuales y expendedores de
estupefacientes.
Perteneció a la banda
criminal Los Rastrojos entre el 2008 y el 2012. Un año más tarde fue capturado
en el desarrollo de la Operación Génesis por el delito de concierto para
delinquir agravado. Para ese momento ya era del Clan Úsuga, donde se
desempeñaba como financiero.
El 12 de diciembre pasado
volvió a ser capturado, esta vez por los delitos de concierto para delinquir y
tráfico de estupefacientes.
11. Ángel Castañeda
González, alias Pupis, nació el 20 de mayo de 1982 en Carepa (Antioquia). Las
autoridades lo señalan de ser el segundo cabecilla rural del Clan Úsuga, con
especial incidencia en el corregimiento de San Faustino.
Al interior de esta banda
criminal era el encargado de cobrar las extorsiones a los comerciantes
informales y contrabandistas asentados en la línea fronteriza. Además,
controlaba el ingreso de combustible venezolano hacia territorio colombiano
sobre el sector de San Faustino, organizando a los pimpineros y trasportadores
de este producto.
Cayó en poder de las
autoridades el 12 de diciembre pasado, acusado de los delitos de concierto para
delinquir, porte de armas y tráfico de estupefacientes.
12. Maira Alejandra
Rodríguez, cucuteña de 32 años, es señalada por las autoridades de ser la
encargada del negocio del microtráfico en el centro de Cúcuta, las casas de
lenocinio y varios barrios de la ciudadela Juan Atalaya.
Se le investiga por haber
sido la determinadora de varios homicidios ejecutados en la zona céntrica de
Cúcuta y Atalaya, por el control del microtráfico.
Fue capturada el 12 de
diciembre pasado en Cúcuta por los delitos de concierto para delinquir y
tráfico de estupefacientes.
13. Eder Jhoy Gómez
Buitrago, alias Tavo, nació en Cúcuta el 9 de noviembre de 1982. Se le sindica
de ser el jefe de sicarios del Clan Úsuga y, como tal, de ordenar, coordinar y
ejecutar homicidios en sectores de consumo y venta de estupefacientes,
encaminados a recuperar el control del microtráfico y el cobro de extorsiones.
Fue capturado el pasado 12
de diciembre por el delito de concierto para delinquir. Antes, el 5 de
septiembre de 2011, había sido capturado en Cúcuta por el delito de porte
ilegal de armas.
14. José Luis Báez Báez,
alias Paniagua, nacido en Los Patios el 11 de mayo de 1991. Las autoridades lo
señalan de ser cabecilla del Clan Úsuga en la línea fronteriza con Venezuela, a
la altura del corregimiento San Faustino. En este sector era el encargado del
cobro de extorsiones a comerciantes informarles y contrabandistas. Fue
capturado el 12 de diciembre del año pasado, acusado de los delitos de
concierto para delinquir, homicidio y porte ilegal de armas de fuego.
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