Estela Figueroa Hernández,
de 36 años, sus dos hijos de 6 y 4 años y un sobrino de 7, resultaron
intoxicados, al tomar una sopa que tenía un veneno para ratas.
El hecho se registró en la
tarde del viernes, en el barrio Cerro La Cruz.
Luego de que los familiares
consumieron la sopa, empezaron a botar una baba que alertó sobre la
intoxicación, seguida de varios síntomas.
El llanto y los gritos que
los menores de edad protagonizaron momentos de pánico.
Inicialmente, los niños y
la mujer fueron trasladados al policlínico de la ciudadela Juan Atalaya, pero
posteriormente fueron remitidos al hospital Erasmo Meoz, donde se recuperan.
Según se conoció, la mujer
ha tenido constantes problemas con un vecino, por la conexión ilegal de luz que
hace el hombre desde la casa de los afectados.
Por ahora se adelantan las
investigaciones para determinar las causas e identificar a los responsables del
hecho.
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