Un juez con función de
control de garantías de Cúcuta dictó medida de aseguramiento domiciliaria a
Johnny Bustamante Cantillo, por el delito de captación masiva y habitual de
dinero, informó la Fiscalía en un comunicado de prensa.
De acuerdo a la
investigación, “el asegurado sería el encargado de recoger el dinero de las
personas que fueron engañadas con la venta de bonos de una empresa de teléfonos
celulares (…) logrando una estafa cercana a los $300 millones”, señala el
comunicado oficial.
Por este mismo caso, se
encuentra recluida en la cárcel Liliana Acosta Cardozo, de 44 años, residente
en el centro de Cúcuta, quien se hizo pasar como empleada de la empresa de
teléfonos. Ella sería la líder de la organización delincuencial.
La Fiscalía apeló la
decisión del juzgado de concederle el beneficio de casa por cárcel y pidió que
en segunda instancia sea remitido a un centro carcelario, en vista del material
probatorio con que cuenta y que lo compromete con los hechos.
La mujer
Tras la captura de Liliana
Acosta Cardoo, en abril de 2014, la Policía Metropolitana informó que su
aprehensión se hizo efectiva en cumplimiento a una orden judicial del Juzgado
Primero Penal Municipal con función de garantías ambulante por captación masiva
y habitual de dinero.
Su captura se produjo tras
una investigación que comenzó en el 2011, cuando se recibió la primera denuncia
de una de las víctimas, quien señaló que una mujer le había vendido bonos de
una empresa de telefonía celular, los cuales le dejarían como ganancia diaria
$10.000, dinero que finalmente no le fue cancelado luego de unos meses.
La información entregada
por el denunciante señaló que el valor del paquete sería de $1.700.000. La
ganancia sería pagada por la mujer al comprador diariamente o acumulada, ya que
esta se podía aplicar a cada paquete que comprara.
“Con base en esta denuncia
se inició el proceso investigativo, en el cual se conoció que la mujer habría
conformado un equipo de multiplicadores de la oferta para atraer un mayor
número de inversionistas que de manera incauta continuaron adquiriendo los
bonos, adquisición que hacían en algunas reuniones realizadas por la mujer y
colaboradores en sitios determinados”, indicaron voceros de la Policía
Metropolitana.
Las autoridades recepcionaron aproximadamente cincuenta
denuncias contra la misma persona y por la misma modalidad de estafa, la cual
se venía extendiendo a diferentes sectores del Área Metropolitana.
La policía también dijo
que las ganancias, durante los primeros meses, eran pagadas normalmente, sin
embargo, luego la mujer cortó comunicación con los compradores.
“Es de resaltar que ante
lo productiva que era la inversión ofertada por la mujer, varias de las
víctimas llegaron a hipotecar sus bienes muebles e inmuebles para adquirir el
mayor número de paquetes posibles y con ello aumentar las ganancias diarias”, agregó
la Policía.
De La Opinión para Sucesos
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