De un balazo en la cabeza
y en estado de semidescomposición fue localizado a últimas horas de la tarde de
este jueves, en la localidad de Pericos, el cadáver de un estudiante de segundo
semestre de Ingeniería Civil en la Unet que se encontraba desaparecido desde el
6 de febrero de este año.
El hallazgo lo hicieron, a
las 6 de la tarde del jueves, vecinos del sector Las Minas de Arena, vía San
Luis, quienes al descubrir el cuerpo, alertaron a las autoridades a través de
la red de Emergencias 171, que a su vez, informó al Eje de Homicidios del Cicpc
para que enviara una comisión al sitio y verificara el hecho.
Al llegar al lugar
indicado, en un área semienmontada, efectivamente hallaron un cadáver
masculino, que aún tenía su ropa y calzado prácticamente intactos. Entre otras
pertenencias personales, le hallaron un carnet de la Unet, en el que se leía su
nombre: Jhon Helbert Barreto Ramírez, de 21 años, es decir, el joven universitario
que estaba desaparecido.
Esto, aunado a la ropa que
vestía, el calzado, características físicas, se sumó un tatuaje en el costado
derecho en el que se leía “Jhon B.”, elementos que parecían confirmar su
identidad.
Adicionalmente, los
investigadores colectaron una gorra, como la que describieron sus familiares
que tenía el día que desapareció, y un
chaleco verde oliva, de los que usan los motorizados, rotulado con la
matrícula AB6188U, que corresponde con las placas de su motocicleta, una Keeway
TX 200, gris y negro, que conducía ese día, y que hasta el momento se presume
que se la robaron, puesto que se desconoce su paradero.
Sin embargo, faltaba que
su familia lo reconociera e identificara plenamente, dolorosa diligencia que
debieron efectuar horas después en la morgue del cementerio municipal a donde
fue llevado el cuerpo, por los funcionarios del Cicpc.
No quedaron dudas. La
esperanza que guardaban familiares y amigos de que Jhon Helbert retornara a
casa, sano y salvo, se derrumbaron.
Al muchacho le apreciaron
dos heridas de bala, una en el temporal derecho y otro en el temporal
izquierdo, que luego determinó la autopsia que le practicaron que se trató de
un solo tiro , con orificio de entrada y salida.
La data de muerte, que
también establecerán en la necropsia de ley, de manera preliminar fue estimada en
aproximadamente 15 días, tiempo que coincidiría con la fecha de la
desaparición.
Todas las evidencias de
interés criminalístico que fueron colectadas por la policía científica,
actualmente están siendo sometidas a análisis por parte de expertos del
laboratorio de criminalística del Cicpc, a la vez que los funcionarios
asignados para resolver el caso, y que no descartan ningún móvil, entrevistaron
su entorno familiar, a fin de que en sus declaraciones pueda surgir alguna
pista importante.
Una semana después de la
desaparición del estudiante, al conversar con su mamá, Martha Ramírez, sobre
las circunstancias en las cuales ocurrió, contaron que ese viernes 6 de
febrero, Jhon no tenía clases por lo que se quedó en la casa, situada
en la calle Sucre de la parte alta de Barrancas.
Después de las dos de la
tarde, se supone que se dirigiría al taller donde trabajaba un mecánico amigo,
en La Concordia, pero no acudió allí. Estuvo en contacto, vía mensajes, con su
novia que estaba en Caracas, hasta las 3:30 p.m., y lo propio hizo con unos
amigos hasta más tarde. Luego apagaron el teléfono celular.
De La Nación para Sucesos
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