sábado, 21 de febrero de 2015

En el Táchira abaleado y semidescompuesto hallaron el cadáver de un estudiante

De un balazo en la cabeza y en estado de semidescomposición fue localizado a últimas horas de la tarde de este jueves, en la localidad de Pericos, el cadáver de un estudiante de segundo semestre de Ingeniería Civil en la Unet que se encontraba desaparecido desde el 6 de febrero de este año.

El hallazgo lo hicieron, a las 6 de la tarde del jueves, vecinos del sector Las Minas de Arena, vía San Luis, quienes al descubrir el cuerpo, alertaron a las autoridades a través de la red de Emergencias 171, que a su vez, informó al Eje de Homicidios del Cicpc para que enviara una comisión al sitio y verificara el hecho.

Al llegar al lugar indicado, en un área semienmontada, efectivamente hallaron un cadáver masculino, que aún tenía su ropa y calzado prácticamente intactos. Entre otras pertenencias personales, le hallaron un carnet de la Unet, en el que se leía su nombre: Jhon Helbert Barreto Ramírez, de 21 años, es decir, el joven universitario que estaba desaparecido.

Esto, aunado a la ropa que vestía, el calzado, características físicas, se sumó un tatuaje en el costado derecho en el que se leía “Jhon B.”, elementos que parecían confirmar su identidad.

Adicionalmente, los investigadores colectaron una gorra, como la que describieron sus familiares que tenía el día que desapareció, y un  chaleco verde oliva, de los que usan los motorizados, rotulado con la matrícula AB6188U, que corresponde con las placas de su motocicleta, una Keeway TX 200, gris y negro, que conducía ese día, y que hasta el momento se presume que se la robaron, puesto que se desconoce su paradero. 

Sin embargo, faltaba que su familia lo reconociera e identificara plenamente, dolorosa diligencia que debieron efectuar horas después en la morgue del cementerio municipal a donde fue llevado el cuerpo, por los funcionarios del Cicpc.

No quedaron dudas. La esperanza que guardaban familiares y amigos de que Jhon Helbert retornara a casa, sano y salvo, se derrumbaron.

Al muchacho le apreciaron dos heridas de bala, una en el temporal derecho y otro en el temporal izquierdo, que luego determinó la autopsia que le practicaron que se trató de un solo tiro , con orificio de entrada y salida.

La data de muerte, que también establecerán en la necropsia de ley, de manera        preliminar fue estimada en aproximadamente 15 días, tiempo que coincidiría con la fecha de la desaparición.

Todas las evidencias de interés criminalístico que fueron colectadas por la policía científica, actualmente están siendo sometidas a análisis por parte de expertos del laboratorio de criminalística del Cicpc, a la vez que los funcionarios asignados para resolver el caso, y que no descartan ningún móvil, entrevistaron su entorno familiar, a fin de que en sus declaraciones pueda surgir alguna pista importante.

Una semana después de la desaparición del estudiante, al conversar con su mamá, Martha Ramírez, sobre las circunstancias en las cuales ocurrió, contaron que ese viernes 6 de febrero, Jhon no tenía clases por lo que se quedó en la casa,  situada  en la calle Sucre de la parte alta de Barrancas.


Después de las dos de la tarde, se supone que se dirigiría al taller donde trabajaba un mecánico amigo, en La Concordia, pero no acudió allí. Estuvo en contacto, vía mensajes, con su novia que estaba en Caracas, hasta las 3:30 p.m., y lo propio hizo con unos amigos hasta más tarde. Luego apagaron el teléfono celular.

De La Nación para Sucesos

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