Con una marcha,
estudiantes y profesores donde estudiaban dos de los tres menores asesinados en
Palmar de Varela, rechazarán el crimen que conmociona al país.
Como unos niños alegres,
despiertos y de comportamiento ejemplar recuerdan en el colegio Augusto Quan de
Palmar de Varela, a los dos niños de 10 y 6 años que habían llegado en el mes
de enero a la institución.
Nada hacía pensar que
podría ocurrir una tragedia como la que ahora lamenta el país. El rector del
colegio, Donaldo Reales, cuenta que el viernes anterior, el niño mayor había
bailado música de carnaval con mucha alegría con una de sus profesoras.
Un nuevo aspecto que se
conoce de esta tragedia es que el padre de dos de los niños adelantaba un
proceso ante bienestar familiar por la custodia de los menores. Una hermana de
la madre, afirmó que ella temía que le quitaran a los niños.
Entre tanto, bajo
vigilancia policial permanece en una habitación del hospital Cari y bajo
sedación, la mujer Johana Montoya a quien se señala de ser la presunta autora
de la muerte de sus tres hijos en una humilde vivienda en Palmar de Varela.
Ella ha sido desconectada
del sistema de respiración pero aún no puede hablar por la traqueotomía que se
realizó. No obstante su estado de salud ha evolucionado, según el último
reporte médico.
Los cuerpos de los menores
han sido entregados a familiares y han sido trasladados a una vivienda de la
familia del padrastro en el municipio donde ocurrió la tragedia.
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