Total desconcierto y
rechazó generó entre los cucuteños el hecho de que ocho menores de edad
resultaran quemados con pólvora. Ocho adultos más, para un total de 16
personas, se quemaron con estos explosivos entre el 31 de diciembre y ayer.
Entre los niños quemados,
cuatro sufrieron heridas en los ojos, y se conoció la historia de un bebé de 22
meses de edad que presentó una excoriación en uno de sus dedos producto de que
le lanzaran un explosivo cuando permanecía en un coche, en compañía de su
madre.
Según el comandante de la
Policía Metropolitana (Mecuc), coronel Jaime Barrera, un niño de 10 años
también ingresó a la clínica Santa Ana con quemaduras en el párpado del ojo
derecho, con un trauma ocular y hemorragias en la córnea, además de otras
quemaduras de segundo grado en el tórax y en dos dedos de la mano izquierda.
Aunque el niño estaba
estable, los médicos intentaban salvarle la vista. Barrera dijo que el infante
se quemó en el barrio Circunvalación cuando jugaba en la calle y que el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar determinaría la culpabilidad de los padres.
Las autoridades informaron
que, a razón de la falta de responsabilidad de muchos adultos, al parecer los
niños también hicieron inventos con la pólvora como llenar una lata con el
material explosivo provocando que varias esquirlas lesionaran a un niño de 9
años en el barrio Los Almendros, ciudadela Juan Atalaya.
“Lamentamos muchísimo que
los ciudadanos no acaten las restricciones. No es fácil. Digamos que el tener
pólvora no es un delito. Ayer incautamos 13 kilos de pólvora, pero hay pólvora
que está guardada y que luego salieron a quemarla”, dijo Barrera.
De La Opinión para Sucesos
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