Desde el 19 de diciembre
está instalada la planta de potabilización para el colegio de Juan Frío, que
permitirá a 500 estudiantes tener agua potable en su jornada escolar.
Según Jairo Mendoza,
director del Plan Departamental de Aguas (PDA), con esto se cumplió el
compromiso de aliviar parcialmente un problema de salud pública, luego de que
en octubre pasado se revelaron unas pruebas de laboratorio del Instituto
Departamental de Salud, en las que se encontraron residuos de heces en el agua
para el consumo humano.
El funcionario reconoció
que las quejas de la comunidad eran justificadas, pero que en este momento está
garantizado un mejor servicio en el centro educativo, con una estructura que
funcionará en dos meses.
La solución no garantiza, sin
embargo, que se disipa el riesgo de epidemias en el sector.
Las
características
Elí Cordero, funcionario
del Plan Departamental de Aguas, explicó que la nueva planta que se instaló
incluye un tanque que recibe los residuos sólidos, un filtro con dosificador de
cloro, para quitar bacterias, otro para eliminar dureza, y uno más que mediante
electrólisis elimina materia orgánica y química.
El agua es tomada de un
reservorio existente en la institución educativa, llega a la planta y
finalmente a los consumidores.
Igualmente, tiene un
sistema de distribución para tres puntos de importancia para el colegio: los
baños, el comedor infantil y el bebedero de los niños.
La planta es portátil, lo
que permite que se pueda llevar a otros puntos que requieran agua potable, y
tiene la capacidad de almacenar 3 mil litros de agua, para 500 alumnos.
En este momento, se están
haciendo las pruebas de laboratorio para evaluar la calidad del agua que se
brindará, a partir del ingreso de estudiantes.
¿Qué
pasa con los demás?
Con respecto a la solución
definitiva que está en mora para unos 2 mil habitantes del corregimiento, el
director del PDA manifestó que la prestación de los servicios públicos
domiciliarios -por ley- es competencia absoluta de los entes territoriales municipales.
Por ello, el funcionario
comentó que se está cumpliendo con la obligación del gobierno regional de
recomendar a los alcaldes que exijan a los administradores particulares de los
acueductos municipales la legalización ante la Superintendencia de Servicios
Públicos.
“Es un descuido de la
administración (de Villa del Rosario) que debería prohibir ese manejo, pero se
debe seguir insistiendo en que se haga este trámite”, dijo.
Igualmente indicó que,
actualmente, algunos municipios de Norte de Santander no pueden disponer de los
ingresos para agua potable y saneamiento básico porque no han reunido este
requisito de afiliación y, mientras esto no ocurra, no podrán recibir los
subsidios del estado que no pueden quedar en manos de particulares, como es el caso
de Juan Frío.
Entretanto, la
administración municipal ha dicho que está trabajando en el proyecto de
construcción de un acueducto para Juan Frío, el cual cuesta 10 mil millones de
pesos, y otro para el manejo de aguas
residuales, por un valor cercano a los $25 mil millones.
Si bien, se admitió que
sería preocupante una calamidad de salud pública, la alcaldía insiste en que se
dará solución con el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado, que ya está en
construcción.
De La Opinión para Sucesos
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