Jaider Rueda Pérez se une a los recientes casos
de colombianos detenidos en Venezuela por contrabando de alimentos de la
canasta familiar. Esta vez, por 2.000 bolívares en compras, unos $44.000.
Amparo Machado Medina, su esposa, y una sobrina de Jaider visitaron La Opinión para contar sobre la angustia e incertidumbre que viven desde el pasado 9 de septiembre tras ser capturado por la Guardia Nacional en el puesto de control de Peracal.
“Mi esposo era volquetero, pero desde hace dos años vivimos de traer pollo, pescado y plátano en un carro pequeño y revendemos en Cúcuta. Pero esta vez, le dio por traer un mercado para la casa de arroz, azúcar y café. Lo que llevaba eran 2.000 bolívares”, aseguró la compañera.
Jaider –dijo– salió de la casa ese día a las 7:00 de la noche, del barrio Chapinero en un carro Chevrolet Corsa, ‘coupé’, y esperaban que llegara a las 7:00 de la mañana, del siguiente día, pero nunca regresó.
“Al otro día, a las 3:00 de la tarde, llamó a un hermano y le dijo que lo tenían preso por contrabando y el carro se lo habían quitado”, agregó la mujer.
Jaider duró dos días detenido en Peracal y luego fue llevado por las autoridades venezolanas a San Antonio, donde pudo encontrarse con su compañera y explicarle lo ocurrido. Sin embargo, la semana pasada, fue remitido a la cárcel de Mérida donde deberá permanecer hasta que se inicie el juicio en su contra, programado para el próximo 24 de octubre.
“Una cuñada fue a visitarlo en Mérida donde obtuvo solo información, pero no pudo verlo. Una abogada nos cobra $1.200.000 por solo darle el poder para que nos represente… no tenemos ese dinero, ni tenemos claro por cuántos delitos lo van a procesar. Es la primera vez que lo detienen”, indicó Amparo.
Otros casos
A la historia de Jaider se unen las de Jennifer Rojas Pedroza (cucuteña) y su amiga Belsy Álvarez Villamizar (bumanguesa), quienes fueron detenidas en Venezuela por una compra de $30.000 en el supermercado Garzón de San Cristóbal (Venezuela). Además de la cajera del negocio Greily Parada, de 22, quien les vendió galletas, jabones, pastas y una crema.
Según las autoridades del vecino país, los productos que las mujeres compraron presuntamente pretendían traerlos de contrabando a Colombia, para la reventa.
Otro caso, es el de la bacterióloga Maritza Mendoza, quien completó un mes desde su detención en Maracaibo, por transportar insumos donados por un laboratorio con el que trabaja hace varios años y que en moneda colombiana, no alcanzaban el millón de pesos.
Amparo Machado Medina, su esposa, y una sobrina de Jaider visitaron La Opinión para contar sobre la angustia e incertidumbre que viven desde el pasado 9 de septiembre tras ser capturado por la Guardia Nacional en el puesto de control de Peracal.
“Mi esposo era volquetero, pero desde hace dos años vivimos de traer pollo, pescado y plátano en un carro pequeño y revendemos en Cúcuta. Pero esta vez, le dio por traer un mercado para la casa de arroz, azúcar y café. Lo que llevaba eran 2.000 bolívares”, aseguró la compañera.
Jaider –dijo– salió de la casa ese día a las 7:00 de la noche, del barrio Chapinero en un carro Chevrolet Corsa, ‘coupé’, y esperaban que llegara a las 7:00 de la mañana, del siguiente día, pero nunca regresó.
“Al otro día, a las 3:00 de la tarde, llamó a un hermano y le dijo que lo tenían preso por contrabando y el carro se lo habían quitado”, agregó la mujer.
Jaider duró dos días detenido en Peracal y luego fue llevado por las autoridades venezolanas a San Antonio, donde pudo encontrarse con su compañera y explicarle lo ocurrido. Sin embargo, la semana pasada, fue remitido a la cárcel de Mérida donde deberá permanecer hasta que se inicie el juicio en su contra, programado para el próximo 24 de octubre.
“Una cuñada fue a visitarlo en Mérida donde obtuvo solo información, pero no pudo verlo. Una abogada nos cobra $1.200.000 por solo darle el poder para que nos represente… no tenemos ese dinero, ni tenemos claro por cuántos delitos lo van a procesar. Es la primera vez que lo detienen”, indicó Amparo.
Otros casos
A la historia de Jaider se unen las de Jennifer Rojas Pedroza (cucuteña) y su amiga Belsy Álvarez Villamizar (bumanguesa), quienes fueron detenidas en Venezuela por una compra de $30.000 en el supermercado Garzón de San Cristóbal (Venezuela). Además de la cajera del negocio Greily Parada, de 22, quien les vendió galletas, jabones, pastas y una crema.
Según las autoridades del vecino país, los productos que las mujeres compraron presuntamente pretendían traerlos de contrabando a Colombia, para la reventa.
Otro caso, es el de la bacterióloga Maritza Mendoza, quien completó un mes desde su detención en Maracaibo, por transportar insumos donados por un laboratorio con el que trabaja hace varios años y que en moneda colombiana, no alcanzaban el millón de pesos.
De la Opinión para Sucesos
No hay comentarios:
Publicar un comentario