Los cuatro costados
que rodean la Central de Transporte de Cúcuta se convirtieron en las últimas
tres décadas en un infierno de la estafa, la piratería del transporte, el
comercio ilegal de licor,el contrabando y el sexo.
Todo es desenfrenado y de conocimiento de la Policía, denunció ayer el gerente de la Terminal de Transporte, José Bernal.
El funcionario llamó la atención de la Policía, la Dian y Asocambios para que pongan freno a los desmanes cometidos por actores que van desde emboladores hasta cambistas, pasando por ‘arrastradores’ de pasajeros y endedores callejeros.
Afuera de la central de transporte –aseguró Bernal- funcionan más empresas de transporte ilegales que las que están dentro pagando impuestos y tasa de uso.
“No se explica cómo mientras una empresa legal que llega a las 4 de la madrugada a la Terminal, viene saliendo con cupo dos horas después, mientras que afuera cada quince minutos se despachan carros piratas hacia cualquier ciudad del país y Venezuela”, señaló el funcionario.
Puso de ejemplo el caso de Lourdes, adonde ninguna empresa legal está enviando buses, pues los piratas son los que transportan a esa población.
Todo es desenfrenado y de conocimiento de la Policía, denunció ayer el gerente de la Terminal de Transporte, José Bernal.
El funcionario llamó la atención de la Policía, la Dian y Asocambios para que pongan freno a los desmanes cometidos por actores que van desde emboladores hasta cambistas, pasando por ‘arrastradores’ de pasajeros y endedores callejeros.
Afuera de la central de transporte –aseguró Bernal- funcionan más empresas de transporte ilegales que las que están dentro pagando impuestos y tasa de uso.
“No se explica cómo mientras una empresa legal que llega a las 4 de la madrugada a la Terminal, viene saliendo con cupo dos horas después, mientras que afuera cada quince minutos se despachan carros piratas hacia cualquier ciudad del país y Venezuela”, señaló el funcionario.
Puso de ejemplo el caso de Lourdes, adonde ninguna empresa legal está enviando buses, pues los piratas son los que transportan a esa población.
Todos los saben
Esto ocurre de madrugada y de noche y no es ningún secreto, todos, incluida la Policía, lo conocen, dijo Bernal.
Ante esto, señaló que la Central de Transporte va rumbo al abismo, porque los pasajeros ya no quieren entrar: prefieren viajar en los carros piratas, aun a sabiendas de que en ellos corren todo tipo de riesgos porque sus conductores no tienen pólizas de daños contra terceros.
No se conoce si el conductor viene trasnochado y sale al día siguiente con otro cupo sin haber dormido, tampoco si está en buen estado de salud, dijo el gerente.
En cuanto a las denuncias de los pasajeros por estafas cometidas por cambistas que funcionan en la terminal, Bernal aseguró que en su despacho y en el CAI de la Policía se reciben a diario al menos dos quejas sobre inconformidad por el cambio.
“Sin embargo, contra estos cambistas ninguna autoridad está actuando”, señaló Bernal.
Dijo que la imagen que se están llevando de Cúcuta los viajeros a otras ciudades es mala, porque dicen que se van estafados de la terminal.
Los controles contra los arrastradores de pasajeros y vendedores de la calle se implementaron.
“Sin embargo, con solo tres policías es imposible ejercerlos, necesitamos por lo menos 15 policías permanentes en la terminal, de lo contrario nunca se van a acabar estos problemas de desorden”, dijo Bernal.
De La Opinión para Sucesos
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