Con bastante preocupación ven los operadores del comercio
binacional los continuos y
repentinos bloqueos de los puentes
internacionales de Ureña y San Antonio,
hechos que están retardando las
operaciones de importación y
exportación, y encarecen los costos
de transporte y almacenaje de las
mercancías.
El bloqueo que
motociclistas iniciaron el pasado
jueves, después del medio día, en el
puente internacional “Francisco
de Paula Santander”, de Ureña, se prolongó hasta este viernes en la mañana,
cuando la manifestación en contra de los controles anticontrabando fue
disuelta por la Policía
colombiana. Los mototaxistas bloquearon el paso toda la tarde
y continuaron en la noche, a
pesar que entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana, las
autoridades militares venezolanas cierran el paso por el
puente.
Este viernes, a primeras
horas de la mañana, por Ureña continuaba
el tráfico trancado desde el lado
colombiano del puente internacional, lo
cual obligó a la Policía
neogranadina a dispersar la
protesta utilizando gases lacrimógenos. Pasadas las 9 de la mañana, el tránsito de vehículos se restableció,
pero luego hubo largas colas, producto de la aglomeración de vehículos a ambos lados
de la frontera y de la lentitud con la que se ejercen los controles por parte de
los militares que están destacados en las alcabalas.
Los constantes bloqueos
que se han presentado durante las
últimas semanas, tanto en el
puente internacional “Francisco de Paula Santander”, de Ureña, como en el “Simón Bolívar”, de San Antonio, no sólo han causado traumas a los
viajeros y conductores de vehículos de todo tipo, sino también retardos y
encarecimiento de las operaciones de
importación, exportación, tránsito internacional de mercancías y de carbón
colombiano.
Agentes aduaneros, transportistas, representantes de
almacenadoras, importadores y exportadores han manifestado su preocupación por esta
situación. Al respecto, el consultor en comercio exterior, Wladimir
Tovar, afirmó que los cierres de la
frontera por causa de estas protestas vienen afectando las operaciones de comercio
internacional, tanto de importación como las pocas exportaciones que se están realizando. “Se perjudica a las empresas porque
ellas tienen una planificación de tiempo
y logística para efectuar
las operaciones, y al momento que
se cierran de manera imprevista los
puentes internacionales queda paralizada
la operación, lo cual genera
mayores costos en materia de almacenamiento y transporte.
Eso viene ocasionando un
incremento inusitado y perjudicial, que luego
es recargado a las mercancías”, dijo el vocero.
De La Nación para Sucesos
No hay comentarios:
Publicar un comentario