Los detectives realizaron el hallazgo de los cadáveres cuando investigaban una denuncia por suciedad el jueves en la casa de Blackstone, Massachusetts, a unos 50 kilómetros de Boston.
No es la primera vez que se investiga el lugar. En agosto, cuatro niños de 13, 10 y 3 años, junto a otro de seis meses, fueron rescatados de allí. El fiscal dijo entonces que uno de los menores se acercó a un vecino para alertarlo sobre un niño que no dejaba de llorar. Se trataba del bebé de seis meses, que estaba en una cama cubierto de heces.
Increíblemente, vecinos que viven a metros del lugar dicen no tener idea de lo que estaba sucediendo en la casa. “Estoy disgustada. Aun no me entra en la cabeza”, aseguró Marilynn Soucy, de 68 años, que desde hace 35 vive a pocas casas de la propiedad allanada.
“Mi esposo Bob y yo hemos criado siete niños. Tengo 11 nietos y dos bisnietos. No puedo imaginarme lastimando a un niño”, sostuvo. Explicó que rara habían visto a la pareja o a los menores que vivieron en la casa durante tres años. Ocasionalmente vieron a uno de diez años jugando afuera o a la mujer sentada en la puerta.
Si bien nunca escuchó quejas particulares sobre la mujer, Soucy reveló que sus nietos sí habían notado que la casa “olía mal”. Se trata de una propiedad cuyos ocupantes han cambiado frecuentemente en los últimos años.
“Si hubiéramos creído que había niños siendo maltratados o viviendo en la miseria hubiéramos hecho la denuncia”, señaló la vecina. También explicó que la única conmoción previa fue cuando la policía decidió separar a los niños, que ahora están bajo custodia estatal.
Los investigadores aun no han develado las incógnitas básicas del caso: quiénes eran los padres de los niños fallecidos, cuándo y cómo murieron, y quiénes son los responsables de ocultarlos.
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