Otros tres hombres
aceptaron los cargos y fueron condenados por el asesinato del teniente de la
Policía Iván Darío Salamanca Pedraza, jefe de la Sijín en Ocaña, ocurrido el 7
de enero de 2013 en ese municipio.
Se trata de Urielso Flórez
Becerra, de 34 años, y Luis Ernesto Mora, de 30, naturales de Ocaña, condenados
a 11 años y 8 meses de prisión, por tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes y falso testimonio. Además de Óscar Sánchez Mora, de 35, de Ábrego,
a 5 años de cárcel, por destinación ilícita de mueble o inmueble.
Los hombres hacen parte de
un grupo de siete personas y cuatro policías que fueron detenidos por este
hecho, ocurrido en el corregimiento La Ermita, en la vía Ocaña-Ábrego.
Tras las capturas, el 8 de
octubre de 2013, fueron presentados ante el Juzgado 68 Penal Municipal, con
función de control de garantías de Bogotá, siendo cobijados con medida de
aseguramiento en prisión mientras avanzaba el proceso en su contra.
Ante el contundente material
probatorio con que contaba la Fiscalía, los tres hombres se acogieron a
sentencia anticipada a cambio de recibir una rebaja en la pena. Un juzgado de
Cúcuta aprobó dicho preacuerdo sin beneficios de casa por cárcel o suspensión
condicional de la ejecución de la pena.
La participación
La muerte del uniformado
ocurrió luego de que llegara a corroborar la información sobre una reunión, que
varios hombres tendrían en una casa, para comercializar unos 30 kilos de coca.
El teniente arribó al
sitio en una patrulla en compañía del
subintendente Duglas Turizo y los patrulleros Wilmer Alejandro Navarro Montoya
y Manuel Muñoz Quevedo (detenidos) siendo recibido a tiros. Salamanca Pedraza,
herido en el abdomen, murió en el hospital Emiro Quintero Cañizares, donde
trataron de auxiliarlo.
Desde entonces, la Dijín
de la Policía en Bogotá inició una investigación apoyada por la Unidad Nacional
contra Bandas Emergentes.
El primer condenado por
este caso fue Uriel Trillos Carrillo, de 42 años, quien también aceptó los
cargos y recibió una pena de 20 años, 3
meses y 6 días de prisión. Fue condenado por homicidio agravado, porte de
estupefacientes y porte ilegal de armas.
“En cuanto a la
responsabilidad de los procesados tenemos que Óscar Sánchez permitió voluntariamente
que en su residencia se celebrara la compra y venta de 30 kilos de cocaína.
Luis Ernesto Mora fue claro en manifestar que Urielso lo contactó a él para que
buscara compradores del estupefaciente… Posteriormente, este y su sobrino
Fabián contactan a otro hombre, quien fungía como comprador y a su vez ubicó a
un policía, conocido como el Calvo, para
que se apropiara de la cocaína”, señala la sentencia condenatoria.
Los demás involucrados en
este caso enfrentan procesos abiertos.
Su trabajo
El teniente Iván Darío
Salamanca Pedraza, de 28 años, natural de Sogamoso (Boyacá) llevaba 9 años en
la Policía. Hacía 3 años, cuando fue ascendido al grado de teniente, llegó a
Norte de Santander proveniente del Magdalena.
Los primeros dos años fue
comandante del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) que opera en Pamplona y
llevaba 10 meses como comandante de la Sijín en Ocaña, puesto al que había
llegado gracias a sus resultados operacionales.
De La Opinión para Periódico Sucesos
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