sábado, 27 de septiembre de 2014

Con captura de paramilitares policía colombiana resolvería crímenes ocurridos también en Táchira

Con la captura de 21 delincuentes, integrantes del grupo paramilitar “Los Rastrojos”, la Policía colombiana podría esclarecer al menos 15 homicidios, no solo perpetrados en ese país, sino en la zona norte del estado Táchira.

Según se informó, los aprehendidos serían sometidos a procesos judiciales por los delitos de concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas de largo alcance y alto nivel destructivo, delitos que según las autoridades del vecino país, cometieron a nombre de Los Rastrojos, en Puerto Santander y en el corregimiento cucuteño de Aguaclara, Colombia, así como en Boca de Grita y La Fría, en el lado venezolano.

Los perfiles delincuenciales de los 21 investigados, entre los que se encuentra un menor, podrían ser más oscuros de lo que se pensaba, reveló  este miércoles, en Cúcuta, el general Rodolfo Palomino, director nacional de la Policía.

“Con estas capturas esperamos poder esclarecer por lo menos 15 homicidios”, reiteró, aunque no profundizó sobre fechas, sitios y circunstancias en las cuales lograron las capturas de  los delincuentes.

El oficial tampoco entregó detalles de pruebas que los vinculen a los asesinatos, ni reveló las identidades de quienes, posiblemente, fueron sus víctimas. Sin embargo, sostuvo que entre las víctimas habría personas que sabían de rutas del narcotráfico y que representaban un peligro para el negocio, y por ende para los  miembros de la misma organización, que por alguna razón fueron callados.
Los sospechosos no fueron presentados ante un juez por el delito de extorsión. Pero la Policía tiene indicios de que utilizaban mujeres que se ofrecían como empleadas, para seleccionar a las personas económicamente viables para ser extorsionadas.

Los investigadores lograron tener conocimiento de su existencia y de las ilegales labores que cumplían, a través de versiones que les entregaron exintegrantes de Los Rastrojos, los cuales se encuentran presos actualmente.

“Las autoridades ignoraban su existencia básicamente, porque mantenían un bajo perfil en el grupo delincuencial”, precisó uno de los investigadores.  
Detectar sus nexos con la organización era complicado debido a que residían en las zonas donde delinquían y, ante cualquier amenaza de que los reconocieran, cruzaban la frontera hacia Venezuela, añadió.

Dijo que una muestra fehaciente de sus habilidades para despistar a las autoridades es que no “cayeron” con un amplio arsenal. “La gente los identifica como Rastrojos y les temen. No necesitan andar armados. Las armas las encaletan y las sacan solo cuando las necesitan”, afirmaron fuentes judiciales”.

De La Nación para Sucesos 

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