Edward Giovanny Higuera
Vera, de 28 años, viajó desde el municipio nortesantandereano de Cácota hasta
la zona sur del estado Táchira (Venezuela), con el único propósito de matar a
su excompañera.
Elvia María Rincón Medina,
de 25 años, oriunda de Cúcuta, trabajaba en el bar La Ganga, en la calle 3 de
El Piñal, en el municipio Fernández Feo, donde el sábado a las 7:30 de la noche
ocurrió el crimen.
Versiones de testigos
indican que el homicida se confundió entre los clientes y esperó pacientemente
a la mujer, quien según se conoció, laboraba los fines de semana como mesera en
el bar y retornaba a Colombia.
Luego de permanecer por
cerca de media hora en el establecimiento nocturno, de manera imprevista y tras
identificar a su expareja, el hombre se abalanzó enfurecido sobre la joven y le propinó una puñalada, hiriéndola
mortalmente en la región iliaca.
El ataque fue presenciado
por Reina Isley Duarte de Berza, de 45, otra mesera, quien intentó despojar del
arma al enfurecido hombre para evitar que siguiera apuñalando a su compañera,
que estaba indefensa en el suelo. El homicida no dudó también en apuñalarla a
ella en el tórax.
Capturado
Cometido el hecho de
sangre, el asesino intentó fugarse, pero trabajadores y asistentes al lugar lo
cercaron. Tras forcejear con él, le quitaron el cuchillo y alertaron a
funcionarios de la Policía del estado Táchira, cuyo centro de coordinación
opera a una cuadra del bar.
Visiblemente alterado y
con sus ropas completamente manchadas de sangre, el agresor fue entregado a los
efectivos policiales, así como el arma incriminada. En medio de medidas de
seguridad, el atacante fue recluido en la estación policial, pues muchas personas querían tomar la justicia en
sus manos.
En precario estado de
salud, Reina Isley fue trasladada de urgencias al Hospital Central, donde se
recupera.
Funcionarios del Eje de
Homicidios de la policía científica, efectuaron el levantamiento del cadáver de
la colombiana.
“juró
matarla”
En la morgue del Hospital
Central de San Cristóbal, se hicieron presentes Alirio Carreño y Wilmer
Moreno, padrastro y amigo de la joven
asesinada, quienes se encargaron de retirar el cuerpo para darle sepultura.
Los dolientes manifestaron
que el excompañero de Elvia María había jurado seguirla y matarla.
“Ese hombre estaba
obsesionado con ella. Se habían separado desde comienzos de año. No conocemos
el motivo. Elvia tiene una niña de 5 años, de otra unión. Ella nos contó que
Edward Giovanny había amenazado a su mamá y que le había jurado que la mataría
si no volvía con él… y ocurrió esta tragedia”, narró Alirio Carreño, padrastro
de la víctima.
Agregaron que el agresor
laboraba en la finca La Cueva en Cácota y que en vista de las amenazas, ella
había tomado la decisión de trasladarse los fines de semana a laborar en
territorio tachirense para evadir los celos enfermizos del hombre.
De La Nación para Sucesos
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