miércoles, 30 de julio de 2014

Querían ocultar las huellas del crimen incinerando el cadáver


Quienes mataron a un joven en Sardinata, al parecer, intentaron borrar las huellas del crimen calcinando el cadáver. A esta conclusión han llegado los parientes de la víctima mortal, de 19 años de edad.

La hipótesis se desprende del incipiente análisis de la escena del crimen. El cuerpo de Deimar Humberto Aristizábal Ramírez, de 19 años, fue encontrado cerca de una vegetación ardiendo en llamas en medio de un paraje solitario del sector Abejales.

“Cerca de sus pies y de su cabeza se encontró maleza quemada. Es posible que el viento haya corrido la candela y con ello evitó que se incinerara el cuerpo”, sostuvieron allegados al caso.

Al sitio acudieron policías de la Sijín para efectuar las inspecciones judiciales al cadáver y, luego, trasladarlo a Cúcuta. Según los investigadores, no presentó heridas causadas por arma de fuego, ni lesiones producidas con arma cortopunzante.

“Presenta laceraciones y quemaduras en diferentes partes del cuerpo. El motivo del fallecimiento está por establecerse”, precisaron uniformados cercanos a las pesquisas.

El reporte inicial apunta a que Aristizábal Ramírez fue asesinado mediante un fuerte golpe en la cabeza, lo que, finalmente, podrán determinar peritos forenses del Instituto de Medicina Legal.


Extraña llamada


El joven fue visto por última vez el domingo a las 4 de la tarde, cuando salió de su casa tras recibir una extraña llamada, aseguraron sus parientes mientras efectuaban las diligencias para retirar el cadáver de la morgue de Medicina Legal, en Cúcuta.

“Desde el sábado lo estuvieron llamando para invitarlo a una fiesta. Creemos que el asesino esperó a que se diera la oportunidad para matarlo desde ese día”, concluyó uno de sus familiares.

Aristizábal Ramírez habría manifestado en un primer momento que fue llamado por un amigo. Sin embargo, nunca precisó de quién se trataba.

Testigos relataron que la víctima fatal se movilizó hasta una vía que comunica con Lourdes, donde, fue recogido por un desconocido y llevado hasta el lugar del homicidio.

Sus seres queridos  afirmaron desconocer amenazas en su contra o algún problema personal. No descartan que lo haya matado algún grupo que se dedique a ejecutar las mal llamadas limpiezas sociales.

En Sardinata, hace al menos unos 20 días, se hallaron unos grafitis firmados por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como Urabeños o Clan de los Úsuga. Las autoridades no han logrado establecer que los hayan pintado realmente miembros de alguna banda criminal.

La Policía reportó que el occiso había sido aprehendido por un asunto de estupefacientes. Sus familiares confirmaron, incluso, que actualmente pagaba 56 meses de detención domiciliaria.

“Tenía permiso para estudiar en el Sena y andaba juicioso. Su captura se registró en medio de una trampa”, aseguraron sus parientes.

Cortesía La Opinión

No hay comentarios:

Publicar un comentario