Jefferson Leonel Ropero Lindarte, de 24 años, partió de su casa el sábado a las 7:30 de la noche. No dijo exactamente para dónde iba. Pero, por la forma como salió, teníamos claro que iba a estar “cerca con sus amigos”, precisaron sus acongojados parientes.
Cinco horas más tarde se escucharon al menos cuatro disparos. Testigos dijeron que observaron pasar al menos cuatro motocicletas. De una de ellas descendió un desconocido y le disparó en el pecho a Ropero Lindarte.
El pistolero, inicialmente, habría disparado en dos ocasiones sin impactar a su objetivo. Al percatarse de su equivocación, se bajó de la moto y se acercó a la víctima, a quien le disparó casi que a quemarropa. Después retornó a la moto y emprendió la rápida huida a la impunidad.
Las autoridades sostuvieron que algunos informantes han entregado datos sobre el posible agresor.
“Se trataría de una persona cercana al sector. Ya tenemos algunos indicios. Pero todavía no hay nada claro. Estamos investigando”, afirmó el teniente Edwin Fabián Celis Aguirre, comandante (e) del Segundo Distrito de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
Parientes del occiso manifestaron que jamás conocieron de amenazas en su contra o problemas con alguna persona.
“No hablaba mucho de sus cosas y tampoco le preguntábamos. Nunca dijo nada de amenazas o líos personales”, dijeron sus allegados.
La víctima fatal fue trasladada en una motocicleta hasta un centro asistencial cercano, donde los médicos de turno no lograron evitar su muerte.
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