El presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles un decreto para dar inicio a la
construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, y además congeló
fondos para ciudades que se niegan a detener y deportar inmigrantes en situación
irregular.
La construcción del muro
constituye una de las más polémicas propuestas de la campaña electoral de
Trump, quien insiste en que de alguna forma México pagará por la obra.
De acuerdo con la Casa
Blanca, la medida determina la "construcción de una larga barrera física
en la frontera" sur del país.
El decreto firmado por
Trump este miércoles se refiere en general al refuerzo del control fronterizo,
y según el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, incluye provisiones para la
creación de más instalaciones de detención de inmigrantes en la zona de
frontera.
La medida también veta la
liberación de inmigrantes ilegales detenidos y mantiene la prioridad de
deportación para inmigrantes con antecedentes criminales.
Spicer dijo que la
construcción del muro "no es solo una promesa de campaña, sino un primer
paso de sentido común para asegurar nuestra porosa frontera".
El vocero añadió que
"sí, de una forma o de otra México pagará por la obra".
El mandatario firmó
también este miércoles un segundo decreto que se propone reforzar la vigilancia
migratoria en el interior del país.
De acuerdo con Spicer, el
gobierno "eliminará recursos federales para las llamadas 'ciudades
santuario' y ciudades que dan abrigo a inmigrantes ilegales".
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