Los estudiantes no
recuerdan haber deseado tanto volver a estudiar. Todos parecían nuevos, aunque
llevan años viéndose en los salones. El primer día de clases fue emocionante y
muy diferente al que habían vivido años atrás los alumnos del megacolegio La Frontera,
en La Parada, Villa del Rosario.
Se organizaron por grupos,
pero esta vez no para pasar directamente a las aulas y comenzar las clases
tradiciones, sino para hacer un recorrido por el que de ahora en adelante será
su colegio.
No salían de su asombro.
Los amplios salones y extensas zonas verdes los hacían ilusionarse con lo
emocionante que será el año escolar.
Al terminar la jornada
escolar, seguramente, estos estudiantes, que en su mayoría viene de Venezuela,
no volverán a casa con apuntes en sus cuadernos, si no imágenes guardadas en su
memoria de lo grande y cómodo que se volvió el colegio La Frontera.
Ahora podrán disfrutar 18
aulas básicas, cuatro salones para preescolar, baños, ludoteca, cancha, juegos
infantiles, área administrativa, aulas múltiples, laboratorios de física y de
química, salón de cómputo, restaurante escolar, cocina y áreas de apoyo,
biblioteca, plaza de eventos y red de voz y datos.
Pero mientras los
estudiantes disfrutan de su institución, los docentes de la institución
protagonizan jornadas maratónicas para tener todo en orden para el retorno de
las clases.
Las llaves de la
institución las recibieron el jueves de la semana pasada y el viernes
comenzaron con el trasteo. Aunque la infraestructura es nueva, tendrán
–por ahora- que estrenar lo viejo. Están llevando todo lo que
se tenía en la antigua sede, pues la dotación para este megacolegio llegará a
principios de marzo.
A la par con el tema
logístico la institución también hace un trabajo para llenar los cupos que
hacen falta, pues el colegio tiene capacidad para unos 1.300 estudiantes.
Según el rector del
colegio, Germán Berbesí, hasta el momento van matriculados 930 estudiantes, hay
20 más en proceso y de alumnos antiguos aún hay 31 por realizar el proceso. Se
espera que en las próximas semanas lleguen al menos 150 alumnos más.
“Se tiene como proyección
a febrero tener 1.174 estudiantes”, dijo el rector.
El año pasado el colegio
terminó con 697 estudiantes matriculados, pues al menos 500 alumnos más hacían
parte de la población flotante que llegó desde varias ciudades de Venezuela
tras ser deportados, al terminar el año
escolar también dejaron la institución.
Con la proyección que se
tiene, la matrícula se recuperaría en un 100 por ciento.
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