Lo único que recuerda la
familia de Mireya Bautista Vásquez, sobre lo que hizo su ser querido antes de
morir, fue que recibió una llamada que la puso nerviosa, de parte de su
compañero sentimental. Era la tarde del lunes.
Luego de que el hombre
identificado como Jhon Jairo Parra Soto, y con el que convive desde hace cuatro
meses, la llamó, la mujer salió del taller de confecciones en el que trabajaba,
ubicado en la casa materna, en Villa del Rosario.
Sobre las 8:00 de la
noche, una mujer delgada y de piel morena, que se movilizaba en una motocicleta
en compañía de un hombre, llegó a la casa de la familia de Bautista y alertó
que su pariente estaba tendida en una calle de la invasión Brisas del Nariño,
con algunas lesiones.
Cuando una hermana de la
víctima arribó al lugar, se enteró de que a la mujer de 18 años la habían
trasladado al hospital de Villa del Rosario. Asimismo, de que el hombre que
acompañaba a Bautista impedía que la auxiliaran y que su familia se enterara de
lo que le estaba ocurriendo.
Mireya llegó sin signos
vitales a la sala de urgencias del hospital Jorge Cristo Sahium.
Según se conoció, la
mujer, que era consumidora de drogas, tenía varias punzadas en el cuerpo.
Un atraco previo
Mientras un taxista
denunciaba a la Policía que acababa de ser víctima de un atraco por parte de
una pareja, las autoridades eran alertadas sobre el ingreso al hospital de
Villa del Rosario de dos personas con características similares a las que
reportó el conductor.
De inmediato, se
trasladaron al centro asistencial, donde el taxista identificó a la pareja como
la autora del robo.
Según se conoció, Parra y
Bautista abordaron el taxi en la Diagonal Santander, con rumbo hacia el barrio
20 de Julio de Villa del Rosario.
La mujer se sentó en la
silla delantera, mientras que el hombre lo hizo en la parte de atrás. La
carrera duró al menos 20 minutos. En ese tiempo, el conductor pidió a su
empresa que le siguieran el rastro vía satelital, debido a que sospechó de la
actitud de las dos personas.
Cuando llegaron a la
carrera 14 con calle 10 del barrio 20 de Julio, Parra Soto tomó del cuello al
taxista y lo intimidó con una navaja, mientras su acompañante esculcaba el
vehículo; la mujer tomó un millón 600 mil pesos que estaban en la guantera y
una tableta. Entre tanto, Parra le quitó dos anillos de oro a la víctima.
Después de obtener el botín, las dos personas se bajaron del taxi y huyeron
corriendo por una calle destapada.
La Policía Metropolitana
de Cúcuta capturó a Parra por el delito de hurto. El comandante operativo,
coronel Carlos Lineros, aseguró que la pareja robaba para conseguir drogas.
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