El hombre argumentó que
desde que su esposa bajó de peso, ya no era la misma persona, además de que no
le gustaban sus abdominales tan marcados. Cada quien sus gustos.
Angela Crickmore es una
brasileña residente del Reino Unido que, gracias a una estricta dieta y arduas
rutinas de ejercicio, perdió 35 kilos en tan sólo ocho meses; de pesar 82,
llegó a los 47.
La mujer, que ahora se
dedica al fisiculturismo, declaró en una entrevista con el diario The Sun, que
además de la grasa, también tuvo que decirle adiós a su pareja, pues esta jamás
se adaptó a su nuevo estilo de vida.
Tras 9 años de matrimonio,
“le di un ultimátum y le dije que ahora él debía prepararse su propia comida y
dejé de cocinarle”, cuenta.
Ante esto, su marido optó
por separarse, argumentando que desde que bajó de pesó ya no era la misma
persona, la que lo había enamorado, y que no le gustaban sus abdominales tan
marcados.
Y así fue como a los 36
años Angela se divorció y se convirtió en una escultural chica que está
contenta con su nueva apariencia:
“Es bueno no ser perfecto,
es bueno no tener abdominales, es bueno tener estrías o celulitis, es bueno no
tener las pestañas postizas… ¡Es bueno ser tú misma, simplemente, de la manera
que eres, sin dejar que los demás determinen como tienes que ser!”.
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