El zapatero Yimmy Gabriel
Sánchez Daza había salido a tomar con dos amigos, pero de un momento a otro
regresó a su casa preocupado.
El hombre no pasó de la
sala. Dio varias vueltas en círculo y se tocaba insistentemente la cabeza.
Luego, optó por salir nuevamente y en menos de 10 minutos sonaron 15 balazos,
cumpliéndose así una vieja amenaza.
Eran las 9:30 de la noche
del sábado cuando se rompió la
tranquilidad y el silencio que a esa hora rondaba la calle 7b con avenida 18
del barrio San Miguel.
Testigos le dijeron a la
Policía que Sánchez Daza no alcanzó a caminar más de una cuadra desde su casa
cuando dos supuestos menores de edad, quienes fueron reconocidos por algunos
vecinos, se le acercaron y le reclamaron algo antes de empezar a disparar.
El zapatero, que trabajaba
por contratos desde su casa, no tuvo tiempo de reaccionar, mucho menos cuando
cada supuesto adolescente, empuñando un arma, disparó al tiempo y con sevicia.
Los tiros, la mayoría
certeros, los recibió desde la cabeza hasta las piernas, cayendo agonizante
sobre el pavimento, mientras los asesinos se daban a la fuga a pie.
Una hermana de Yimmy dijo
que escuchó cada uno de los estruendos y en escasos minutos la fatal noticia
tocó la puerta de su casa.
Al llegar hasta donde él estaba,
dijo que Yimmy trató de decirle algo, pero una bocanada de sangre lo ahogó y
solo hubo tiempo para subirlo a un taxi y llevarlo a la Unidad Básica de la
Loma de Bolívar.
Sin embargo, la víctima
solo sobrevivió hasta 1:00 de la madrugada de ayer, cuando murió por las graves
heridas que le afectaron órganos vitales.
Investigación
Fueron cinco vainillas y
dos ojivas las que expertos en criminalística del CTI de la Fiscalía
recolectaron en el sitio del ataque, lo que supone que los asesinos utilizaron
una pistola, pero también un revólver, puesto que esta última arma guarda en el
tambor los cartuchos utilizados y no quedan esparcidos como en el caso de la
pistola.
Aunque los familiares de
Yimmy, natural de Cúcuta, aseguran no saber de amenazas en su contra, las
autoridades judiciales conocieron que en dos ocasiones intentaron atentar
contra el zapatero, pero por ahora no saben de dónde provenían las
intimidaciones y por qué causa.
El cadáver de Yimmy, quien
dejó dos hijos, fue trasladado a la morgue del Instituto de Medicina Legal y
ayer en la tarde fue entregado a sus parientes para darle sepultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario