“Mamá, Darío me va a
matar”. Esas fueron las últimas palabras que Jesús Hernando Gómez Morales, de
27 años, le dijo a su madre antes de que lo hallaran asesinado frente a la casa
de su excompañera sentimental.
El hecho ocurrió la noche
del lunes festivo, en la manzana 10, lote 15, del barrio La Primavera
(Atalaya).
Gómez fue atacado a bala y
murió de manera instantánea. Su cuerpo quedó tendido sobre una calle destapada,
frente a la vivienda de su exmujer.
El comandante operativo de
la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Nectón Borja Miranda, aseguró que
entre Jesús y su cuñado, quien sería Darío, ya habían existido “disputas y situaciones
pasionales”.
Asimismo, dijo que la
víctima salió de su casa en estado de embriaguez y, al parecer, con un arma de
fuego (escopeta), pero minutos después fue encontrado asesinado de varios
disparos en la cabeza.
La mamá de Jesús Hernando
arribó a la escena del crimen y protagonizó escenas de dolor. Sin embargo, en
evidente estado de exaltación reclamaba a la excompañera sentimental de su hijo
y a sus familiares, quienes no salieron de la vivienda, por la muerte del
hombre de 27 años.
“Por qué me lo quitaron.
Ahora sí van a descansar de él”, repetía en medio de las lágrimas y mientras
untaba la fachada de la casa con la sangre de su hijo.
La mujer le aseguró a los
investigadores de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía,
que su hijo la había llamado minutos antes del homicidio para decirle que su
cuñado lo iba a matar.
Las autoridades desconocen
el paradero del presunto agresor.
Según se conoció, Jesús
dejó dos hijos, uno de 7 años y otro de 3, producto de la relación sentimental
de al menos nueve años con la mujer a la que frecuentaba para visitar a los
menores.
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