Múltiples y largas colas
de vehículos vuelven a generarse a la altura del antiguo peaje, en dirección Peracal-San
Antonio, por causa de las tortuosas
requisas que efectúan los militares del Ejército en la aparente lucha
contra el contrabando.
La congestión vehicular,
prácticamente a toda hora, genera
malestar en los centenares de personas que por razones de trabajo, viaje,
turismo u otras razones, se desplazan diariamente desde los municipios del interior del estado
Táchira hacia la frontera colombo-venezolana. También padecen esta situación en
su retorno las personas de San Antonio o Ureña que por obligación deben
trasladarse a San Cristóbal a comprar
alimentos, trabajar, estudiar o
hacer otras diligencias.
Para pasar el peaje, los
viajeros pueden demorar entre una y dos horas, dependiendo de la
discrecionalidad y del estado del genio de los soldados de turno, pues en ocasiones comienzan a revisar
carro por carro y muchas
veces sobre el mismo canal de
circulación, haciendo bastante lento el tráfico.
Como agravante, desde hace
tiempo los militares destinaron un canal sólo para la circulación de
motociclistas y supuestos funcionarios,
quedando sólo dos canales para el
resto de vehículos (particulares, carga
y colectivos).
Sin embargo, debido a
la amplitud de la calzada en el
tramo comprendido entre el peaje y la
alcabala de Peracal, diariamente es
común observar seis o siete hileras de carros que
luego se reducen a solo
dos canales, y allí se crea el famosos “cuello de botella”, dando
lugar a continuas colisiones entre vehículos, abusos y discusiones
entre conductores, en su afán
por pasar primero.
Desde hace algunas semanas, también las largas y
desordenadas colas de carros para pasar la alcabala de Peracal de la GNB, en
sentido ascendente, viene causando malestar en los viajeros. Aunque
reconocen que los militares deben
ejercer controles por tratarse de ser
zona fronteriza, muchas veces la lentitud con la cual hacen las requisas,
angustia y desespera a las personas, más aún
con la puja que se da entre los
conductores por tratar de pasar rápido
dicho punto de control.
Los usuarios de la vía de
la frontera claman sensatez y reflexión a los jefes militares encargados
de ejercer dichos controles, pues
las colas, abusos y maltratos continúan día tras día, sin que a ninguna
autoridad pareciera importarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario