La pérdida de cuatro
millones de pesos en una cafetería de Cúcuta originó un acto de legalidad por
parte de una mujer cucuteña, quien con el acompañamiento de personal del
cuadrante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y bajo la premisa del
valor de la honradez se los devolvió a su dueño.
La historia se registró en
el barrio San Martín de la Ciudadela La Libertad, donde por olvido un ciudadano
dejó en el local comercial un pequeño bolso donde además de documentos tenía el
dinero que en horas de la mañana debía cambiar en moneda venezolana y
posteriormente consignarlo en una cuenta bancaria.
El objetivo del habitante
de este sector de la ciudad se vio alterado cuando se dio cuenta que los había
perdido y empezó la búsqueda del millonario paquete. Con base en algunas
informaciones entregadas por vecinos de la zona se enteró que el bolso
posiblemente estaría en poder de una mujer, quien a su salida llegaría a la
cafetería a comprar un pastel para una pequeña niña.
Con base en las
características físicas de la ciudadana y obteniendo información que señalaba
que se encontraría en un establecimiento educativo de la zona llevando a su hija
a estudiar, pidió la colaboración de uniformados de la Estación de Policía La
Libertad para que lo acompañaran e iniciar la angustiosa búsqueda a esperas que
se le hiciera el milagro de encontrarla.
El tiempo pasó y fue en
horas del medio día, cuando el hombre de 49 años de edad junto con los policías del cuadrante
llegó hasta el colegio, donde afortunadamente encontró a la madre de familia de
34 años de edad, quien tenía asegurado el bolso a espera de encontrar a su
propietario para devolvérselo.
El bolso le devolvió la
alegría a este hombre quien fue premiado con el acto de legalidad y honradez de
esta madre de familia residente en la localidad de Ureña del Estado Táchira de
Venezuela, quien todos los días a las cinco de la mañana se desplaza a pie
desde esa población fronteriza para traer hasta Cúcuta a sus dos pequeñas hijas
de 9 y 13 años de edad para que reciban educación en un colegio del barrio San
Martín.
Este evento marcó la
historia de estas dos personas, donde prevaleció el buen corazón y la legalidad
de una mujer, quien a pesar de sus necesidades económicas tomó la decisión de
proteger el dinero hasta devolvérselo a su dueño.
El regreso a su casa en la
tarde de hoy luego de cruzar la frontera binacional fue diferente para esta
mujer oriunda de Cúcuta. Además de llevarse una recompensa económica dada por
el ciudadano y un detalle entregado por la Policía metropolitana de Cúcuta en
gratitud al gesto de honestidad, lleva en su corazón la satisfacción de haber
actuado correctamente, dándole así la mejor enseñanza a sus pequeñas hijas, ser
legal.
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